Rommel Lozada
PIO X
El tabaquismo es una enfermedad crónica causada por la adicción a la nicotina proveniente del tabaco o los productos que lo contengan.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) el humo del tabaco mata a 6 millones de personas cada año entre las cuales más de 5 millones son consumidores del producto y más de 600 mil son no fumadores expuestos al humo ajeno.
Estas cifras llaman a la concientización considerando que más del 80% de los más de mil millones de fumadores viven en países subdesarrollados con índices de ingresos bajos en la población.
Alrededor del mundo se generan campañas de prevención del tabaquismo al igual que se implementan leyes que prohíben la publicidad y la venta a menores de edad, además se incrementa considerablemente los impuestos elevando su costo con el fin de desalentar al consumo de tabaco.
Adolescentes consumidores
Es preocupante que pese a los esfuerzos realizados por el gobierno, el consumo de tabaco va en aumento; actualmente es muy común observar jóvenes de entre 15 y 18 años de edad consumiendo libremente este producto en las calles y esto es devastador teniendo en cuenta que la OMS estima que 150 millones de adolescentes fuman en todo el mundo, además, estudios realizados por el NIDA (National Institute on Drug Abuse) revelan que más del 60% de los nuevos fumadores eran menores de 18 años cuando fumaron un cigarrillo por primera vez.
El consumo de tabaco en adolescentes es resultado de la presión social proveniente de compañeros o amigos, aunque otras causas también pueden ser rebeldía, baja autoestima, experimentación o sencillamente querer ser ‘mayor’ debido a que para los adolescentes fumar supone un rol de autoridad personal en relación a los demás, un paso hacia la madurez y la aceptación del grupo de amigos.
Es decir, fuman para hacerse los importantes, ganar poder en su grupo y sentirse mayores. En las mujeres predomina la curiosidad, la sensación de relajación y la influencia social de que fumar te hace parecer madura.
Prevenir
Los padres tienen un rol fundamental en la prevención del tabaquismo teniendo en cuenta que los niños y adolescentes imitan lo que ven, además, si se les expone al humo del cigarrillo desde tempranas edades la probabilidad de que estos también fumen son bastante altas.
Por eso los padres deben hacer cosas como: hablar con sus hijos sobre los riesgos y enfermedades a los que está expuesto una persona fumadora, no permitir humo en casa y lo más importante, enseñarles a decir NO y reforzar el autoestima, de esta forma su manera de actuar será asertiva a la hora de tomar decisiones que pueden marcar de manera permanente su vida.