‘Siempre le doy prioridad a mis responsabilidades’

PERSONAJE. El empresario falleció la madrugada de hoy lunes.

Redacción Quevedo

“Con humidad, constancia y transparencia se logran los sueños”, fueron las expresiones de Daniel Manobanda Cedeño, empresario que hoy falleció a causa de la Covi-19. En entrevistas anteriores con Diario La Hora narró de qué forma alcanzó el éxito, del cual disfrutó  junto a sus familiares y amigos más cercanos.

Puntualizó que no nació en Quevedo, pero que amaba a esta ciudad como si fuera la que lo vio nacer. Llegó a los 16 años de edad, desde Ventanas, a trabajar con uno de sus hermanos mayores, Jorge Manobanda, en los negocios de comercialización de productos como cacao, café, entre otros.

El amor por el campo fue porque desde pequeño admiró a su padre Enrique Manobanda, quien era agricultor y junto a su esposa, María Isabel Cedeño, lograron sacarlos adelante y convertirlos en personas de bien y prósperas.

“Al llegar a Quevedo una de mis primeras actividades laborales fue como mecánico automotriz, porque estudié esa profesión, seguido opté por acompañar a mi hermano en sus recorridos y viajes de negocios. Trabajamos juntos alrededor de cinco años y a la edad de 20 me dio la oportunidad de administrar su empresa. Por ello, desde 1990 hasta el 2000 que fuimos socios”, relató Manobanda.

Creciendo

El empresario riosense contó además que tras aprender del negocio agrícola tomó la decisión de independizarse.

“En el año 2000 terminé la relación laboral con mi hermano, en mutuo acuerdo y me lancé solo al ‘ruedo’, fue ahí cuando creé la empresa Quevexport, la cual lleva activa más de 18 años. Toda mi vida ha sido entregada al campo, nos convertimos en comercializadores de arroz, maíz, soya, pero el cacao ha sido siempre nuestro producto de exportación”, indicó el empresario en ese entonces.

Comentó que también se dedica a la siembra de varios cultivos, como madera, palma africana, entre otros. El empresario reveló que para alcanzar el éxito en este mundo de negocios, lo principal es adquirir la confianza de sus proveedores, familiares y de su entorno.

“Somos gente responsable, tratamos bien a los clientes y somos honestos, es decir, les entregamos calidad en producto y les pagamos precios justos. Soy de las personas que mi día laborable inicia a las 05:00 y culmina tarde, para mí no hay feriados, porque trabajo siempre. Le doy prioridad a mis responsabilidades”, acotó el agricultor.

Antes de culminar aquella entrevista empresarial Manobanda (+) se definía como un hombre sencillo, que no vino de una familia adinerada y que para alcanzar el éxito que logró, le tocó trabajar muy duro. (MAC)