Santiago Armijos Valdivieso
Ante una masiva presencia de los principales representantes de la universidad ecuatoriana, César Montaño Galarza fue posesionado el 15 de enero como Rector de la Universidad Andina, luego de ganar con enorme ventaja el proceso consultivo propuesto a los estamentos universitarios y posteriormente ser designado como tal, por el Consejo Superior de dicho prestigioso centro superior de estudios.
Aquello constituye para el foro y la academia lojanos un enorme orgullo, dado que Montaño fue formado inicialmente como profesional del derecho en la Universidad Nacional de Loja.
Tengo la plena seguridad que el ejemplo y brújula que permitieron la consolidación del académico que hoy dirige los destinos de la U. Andina, fue su padre el Dr. César Montaño Ortega, brillante exprofesor y exdecano de la centenaria Facultad de Jurisprudencia de Loja; destacado exministro de la Corte Suprema de Justicia -elegido en transparente concurso de méritos-; y hasta la actualidad uno de los más correctos y prestantes abogados lojanos en libre ejercicio, quien supo transmitir a su hijo los principales atributos que han rodeado su vida: la honestidad, el trabajo, el amor a la academia, el servicio a la colectividad, y la sencillez, como principal característica de la inteligencia.
El flamante rector, que tiene el respaldo mayoritario de la comunidad universitaria ecuatoriana y la capacidad suficiente, debe cumplir el reto de mantener el nivel de excelencia académica que ha marcado el rumbo de la U. Andina y velar especialmente por su autonomía, que lamentablemente está seriamente amenazada por el poder de turno y de sus necios acólitos, que no saben o no entienden que al destruir el cimiento sagrado de la autonomía universitaria, están destruyendo el corazón mismo de la sociedad y de la democracia. (O)