Marco Calero, legado y visión de la FFF

Marco Calero aún piensa en cómo la FFF puede tener cambios y mejoras.
Personaje. Marco Calero aún piensa en cómo la FFF puede tener cambios y mejoras.

La Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF) desde sus inicios ha tenido como parte de la organización a hombres y mujeres que han labrado el camino de esta tradicional celebración, cada uno en distintos periodos aportó para lo que hoy se palpa en cada evento.

Calero se caracterizó por coordinar personalmente varios eventos.
Evento. Calero se caracterizó por coordinar personalmente varios eventos.

Para ser parte del Comité Permanente y ponerse al frente de esta institución, que es la encargada de organizar la Fiesta, se requiere un inmenso amor por la ciudad y fortaleza para afrontar críticas y hasta insultos que en muchas ocasiones salen de parte de opositores políticos o de aquellos que están insatisfechos con los eventos organizados.

EL DATO
Cuando Marco Calero fue director del Comité Permanente 
se hizo el primer carro alegórico de plataforma.

Marco Calero es de aquellas personas que aceptó el reto de ser parte de la organización de la Fiesta, además, es el responsable de haber encaminado acciones para que esta tradición vuelva a tener el esplendor que la caracteriza.

Calero tiene 64 años, nació en Ambato y creció en el tradicional barrio de La Merced, estudió en la escuela del mismo sector de donde guarda los mejores recuerdos de la infancia y adolescencia de una ciudad que estaba en crecimiento, la comunidad y la convivencia con los vecinos eran parte importante de la vida diaria.

“Fueron ambientes sinceros de respeto, donde la gente era bastante solidaria, yo sé que son los avances de las ciudades, pero ahí nos conocíamos casi todos, y sabíamos sobre la familia de todos, más que recuerdos son añoranzas y creo que esta modernidad nos ha obligado a cambiar”, comentó.

Marco cree que nació para hacer la Fiesta de la Fruta y de las Flores, porque desde la escuela colaboró con los productos que le pedían que lleve para apoyar a la construcción de la alegoría para la bendición de las flores, frutas y pan, además, del recubrimiento de los carros alegóricos que en aquel tiempo eran hechos con papel crepé. 

“Nosotros ayudábamos a poner en las mallas de los carros alegóricos, pienso que por eso crecimos con pasión y personalmente yo, que toda mi vida desee ser parte de la Fiesta de la Fruta, no sé si mi intención era organizarla, pero quería estar involucrado en esta de alguna manera”, comentó.

 

Su primer acercamiento

En su juventud Marco trabajó en varias instituciones públicas en Quito, entre ellas el Congreso Nacional y el Ministerio de Trabajo, en donde gestionó la donación de recursos para la Fiesta. En Ambato conversó con el presidente del Comité Permanente de ese entonces, Eduardo Cisneros, y con el dinero recaudado se pagó los juegos pirotécnicos de aquel año y fue invitado a uno de los programas en el monumento a la Primera Imprenta en Pinllo, aquí por su desenvolvimiento al bailar le propusieron ser parte de la coreografía para la presentación de candidatas.

“Se generó una coreografía y salí bailando, salió chévere, luego Eduardo me propuso integrarme al equipo el tiempo que iba a estar en Ambato, eso era lo máximo para mí”, contó.

Al siguiente día de esta invitación le encargaron que coordine la visita de las candidatas a reina a Quito a las empresas auspiciantes, el almuerzo debía ser pagado por una de las empresas.

“Quien nos había hecho este ofrecimiento nos estaba acompañando, subimos al restaurante, cada uno pidió su plato, pero al momento de pagar, el señor dijo que no pagaría, yo era joven, pero por alguna razón cargué mi chequera y mi tarjeta de crédito, soy de las personas que no le gusta complicarse la vida, aún a costa de lo mío, pagué y era bastante plata porque fue en un hotel prestigioso”, contó.

A pesar de este impase que luego se solucionó, Calero siguió con su trabajo, al terminarse los 15 días que pasó en Ambato regresó a Quito, donde ocupó cargos como secretario del Congreso y asesor de algunos ministros, con el tiempo renunció a su trabajo en aquella ciudad y regresó a Ambato.

 

Cuidar hasta el último detalle 

Calero es una combinación entre lo metódico y lo estético, esto viene desde su educación, estudio Derecho y en otra temporada artes, lo que le brindó el conocimiento necesario para hacerse cargo de una Fiesta que requiere un poco de los dos mundos.

A su regreso, en la ciudad ocupó la gerencia del Centro de Exposiciones PROA, donde adquirió algunas experiencias que lo acercaron a la realidad de la gestión.

En el 2000 ingresó al Comité Permanente como secretario general en el periodo de Polo Guerrero, al renunciar el Director se le encargó a Calero la dirección, luego fue ratificado por el directorio por dos años.

“Cuando acepté el cargo hablé con un hermano que vive en Quito y él me dijo, Marco que te digan que has hecho las peores fiestas de la historia no hay problema, pero que nunca digan que has tocado un centavo o que te aprovechaste”, comentó.

Marco afirmó que fue parte de un proceso que inició con el nuevo alcalde de aquella época Fernando Callejas, donde se encontraron con un Comité Permanente con poca credibilidad, con deudas y nula confianza por parte de los auspiciantes.

“Polo Guerrero hizo bastante de ese trabajo, lo mío fue más de campo, mi debilidad al inicio fue que no era tan bueno para negociar, cuando él estaba en eso yo me encargaba de organizar y ejecutar, yo me sentí capaz y podía hacerlo”, contó.

Una de las primeras plataformas motorizadas se construyeron en la administración de Calero, pues antes los carros alegóricos eran jalados por camionetas del Municipio, esto se cristalizó tras la propuesta de uno de los constructores de carros alegóricos.

“A mí no me gusta hablar en primera persona, pero hay que decirlo cuando se debe, hice el primer carro alegórico de plataforma, los vestuarios de las comparsas tomaron un giro, pero yo veo, y lo dije alguna vez, los diseñadores se estancaron”, aseguró

Además, las comparsas ampliaron el número de participantes y el presupuesto fue mayor. “Siempre digo que el desfile es el ícono de la Fiesta, y por el que venía y sigue viniendo la gente, porque así esté mal organizada la Fiesta, este siempre será único”, afirmó.

Uno de los aspectos más relevantes dentro de su administración fue la eliminación de los cortes en los desfiles, pues antes existían pausas en este evento que en ocasiones duraban hasta 30 minutos, situación que fue solucionada con mayor cuidado en la logística.

“Siempre tuvimos jefes de los bloques cuidando las distancias adecuadas, además, las calles de Ambato son un poco difíciles y siempre se represa cuando el carro alegórico debía darse la vuelta en la Francisco Flor para salir a la Bolívar, lamentablemente ya no hay espacios y ese es uno de los problemas que tiene Ambato”, comentó.

 

Cambios que deben realizarse

Para Calero las autoridades deben tomar en cuenta que el desfile debe salir del centro de la ciudad para que la creatividad pueda avanzar, pues existen nuevas posibilidades en los carros alegóricos que requerirían espacios más amplios, pero son temas que deberían ser discutidos por la ciudad de forma permanente y no solo días antes y después de la Fiesta.

“Siempre he dicho, se dice que la Fiesta fue mala o de lo peor, pero qué proponen, ni medios, ni ciudadanos, ni políticos han dicho nada”, aseguró.

Un punto importante de aclararar según Calero es desvirtuar esa idea de que cada año todo se repite, pues se debe tomar en cuenta que la Fiesta es patrimonio cultural y tiene eventos que son parte inamovible de esta.

“Siempre la comparo con un matrimonio o bautizo, donde la ceremonia es la misma, pero cambian los invitados, los novios, entonces no sé qué quieren, cambiar cada año, y así quisieran cambiar no dicen que desearían, ponen siempre de ejemplo el carnaval de Río de Janeiro, pero este tiene un solo ritmo que es la samba, tienen un espacio, aquí queremos hacer lo mismo, pero a más de eso cuanto estarían dispuestos a pagar por verlo”, comentó.  

 

Trabajar por la FFF

Para Calero un aspecto importante para la Fiesta es la educación e incluso propone crear una cátedra que hable específicamente de la FFF. “En escuelas o colegios saben de la Fiesta porque les toca bailar en el desfile o pregón, tal vez por los artistas que vengan, pero no saben qué se tuvo que pasar para llegar hasta acá”, afirmó.

Calero es de las personas que gusta de la ejecución de los proyectos, por esto durante su administración siempre se lo veía en el desarrollo de los eventos, rompiendo el esquema de que el director debía estar en la tribuna con las autoridades, para ponerse al frente del desfile y coordinar el desarrollo desde la salida hasta la finalización del recorrido. 

El exdirector cree que para que la Fiesta crezca y tome nuevos rumbos se debe contar con la voluntad política de las autoridades y de la ciudadanía, debido a que Ambato tiene escasos espacios para la realización de eventos, incluso afirmó que en algún momento deberán buscar espacios más grandes y adecuados.

“Una vez de que se termine la vida útil del teatro Lalama o del coliseo que es donde se realiza la elección de reina y el festival del folclore, en dónde se desarrollarán estos eventos hay que preguntarse, entonces también deben preocuparse de construir un teatro, una ágora, un recinto ferial”, aseguró. 

Calero confesó que en una determinada etapa se sintió agotado, debido a las críticas y comentarios de cierto sector de la prensa, lo que le hizo meditar sobre la posibilidad de renunciar, para luego quedarse dentro de la institución como secretario general.

“En mi tiempo de director la prensa fue diferente, en mi primer año me hicieron pedazos, para hablar con ellos hay que hacerlo con calma y midiéndose, yo soy alguien que habla de frente y no medía las consecuencias”, confesó.

Marco termina la entrevista confesando de que anhela el trabajo dentro de la Fiesta, que ha podido verla desde afuera y existen varias ideas que tiene para la ejecución de la FFF y varios eventos entre estos el Festival Internacional del Folclore.