La ciudad de Loja, al igual que el resto del país, se caracterizó por respetar el confinamiento después del 16 de marzo cuando se decretó el estado de excepción por la emergencia sanitaria.
En la ubre se observó las calles sin tránsito peatonal, ni tráfico vehicular -a determinadas horas- para evitar el contacto personal y evitar el contagio de la COVID-19.