La pandemia del Covid-19, que ya registra más de 590.000 contagios y 27.000 muertos alrededor del mundo, aterrizó en América Latina hace más de un mes. Y uno de los países que ha visto con alarma crecer su número de contagiados y fallecidos de manera exponencial ha sido Ecuador. Hasta ayer, se habían registrado allí 1.627 contagios, mientras que 41 personas habían muerto a causa del coronavirus. Como medida estricta para frenar la curva, el gobierno anunció un toque de queda ampliado, que empezó a regir el miércoles. En la región, Ecuador ocupa el segundo lugar en contagios y muertes después de Brasil. Aún cuando su población es doce veces menor que la del gigante sudamericano y su territorio, 30 veces más chico. Además, fue el tercer país de Latinoamérica en reportar un caso positivo de Covid-19, el 29 de febrero, antes que otros países más grandes y poblados como Argentina o su vecino Colombia.
«Es una suma de varios factores, pero el principal es que en el país no hemos seguido con rigor estricto todas las medidas que se deben tomar para afrontar una emergencia de esta magnitud, ni las personas han hecho caso de las observaciones del gobierno», dijo a BBC Mundo Esteban Ortiz, epidemiólogo ecuatoriano.
Pero, ¿cuáles son las razones de fondo para que el caso ecuatoriano sea más llamativo que el de los otros países de la región ante el avance del coronavirus? La conexión con España se contaría entre los factores. Los ecuatorianos somos la principal comunidad migrante en España. El primer caso reportado fue el de una mujer ecuatoriana que había regresado el 14 de febrero y quien tenía residencia fijada en la localidad de Torrejón de Ardoz, cerca de Madrid. No existió un buen control después de su arribo y esta «paciente cero», de 71 años, murió con coronavirus.
¡Hoy se solicita la responsabilidad de cada uno de ustedes, siguiendo las instrucciones dadas por las instituciones de control sanitario!