No estimado lector, no es un error de impresión, es una forma revolucionaria de superar el discrimen odioso de género que impone la anticuada gramática de la lengua castellana; por lo menos así me explica una carta que ha tenido a bien dirigirme el CDDC (Colectivo de Depredadores y Depredadoras del Castellano), que tiene el siguiente tenor:
“Nada estimado editorialisto: Por esta única y última ocasión (estupenda palabra que nos liberó del problema de definir si “vez” es masculino o femenino), conocedores que es uno de los último retrógrados que encuentra inadecuada nuestra renovada sintaxis, nos dirigimos para informarle que a pesar del gran esfuerzo desplegado por quienes redactaron la Constitución de la República de Montecristi y otros cuerpos legales, nos hemos propuesto advertirle que no toleraremos que Usted y felizmente un pequeño grupo de limitaditos mentales, continúen cerrando el paso a la innovación de la lengua castellana, pues hemos estado atentas y atentos a los poco adecuados reparos que de su parte mantienen en contra del lenguaje inclusivo.
Sepa de una vez que las estudiantas y los estudiantes que pertenecen a nuestro grupo de avanzada, están pendientas y pendientes de cualquier intento por detener el avance incontenible de la razón y la justicia que nos permitirá superar siglos de dominación machisto, a las que han estado sometidas nuestras sociedades, que, por gentes como ustedes, han postergado los afanes igualitarios de los seres y las seras humanas. Es más, en un despliegue inusitado de imaginación y buen gusto, hemos descubierto que aún la identificación de género con el uso de la “o” o de la “a”, no es adecuada, por lo que ahora, cuando queramos expresar neutralidad, en una palabra, ya no usaremos ni las mencionadas vocales, sino la “e”. Con atente salude, CDDC. “.
Huelgan los comentarios; quedamos sin embargo advertidos.