La crisis venezolana cuesta caro a las empresas de EEUU

AFP

La crisis política y económica de Venezuela cuesta caro a las empresas estadounidenses que han invertido fuertemente en ese país, como lo prueba la reciente expropiación por el gobierno de Nicolás Maduro de una fábrica de General Motors.


El principal constructor de automóviles de Estados Unidos, presente en Venezuela desde hace 69 años, despidió a raíz de esa medida a sus 2.700 empleados. La planta, ubicada en la ciudad de Valencia, estaba de hecho paralizada al no poder colocar su producción en un país sumergido en el caos.


La planta de la papelera estadounidense Kimberly-Clark fue ocupada a su vez en julio pasado y debió pasar a pérdidas unos 153 millones de dólares como consecuencia de sus operaciones venezolanas.