Priostes del ‘Niñito’, una tradición que perdura

Los priostes son niños y adultos. Esta es una tradición familiar que busca que no desaparezca.
Tradiciones. Los priostes son niños y adultos. Esta es una tradición familiar que busca que no desaparezca.

Los preparativos para la fiesta del Niño Dios se realizaban desde noviembre, pero ahora por la pandemia, apenas si se hacen algunas actividades en torno a esta tradición que se celebra en distintos barrios del país.

Se festeja en todo diciembre e incluso los primeros días de enero de cada año, en algunos barrios, con mayor énfasis en la religiosidad, pero en la mayoría enfocados en la gratitud, la fe y la alegría, así lo recuerda Eduardo Mosquera, morador de Santa Rosa, al este de Ambato, quien toda su vida ha participado de estas festividades.

“Para ello es necesario los llamados priostes del Niño Dios”, comenta mientras explica que la gente esperaba todo el año para poder participar de estas fiestas.

¿Cómo se vive?

Es la devoción y la muestra de fe la que impulsa a la ciudadanía a ser priostes, son los encargados de organizar todas las actividades.

Arranca con las novenas, asambleas comunitarias donde la ciudadanía participa activamente. Muchas veces se hace en casa de cada prioste, otras veces se hacen en un lugar específico, como la iglesia, oratorio o la casa barrial.

 

TOME NOTA
En Riobamba, el Pase del Niño fue declarado Patrimonio Cultural del Ecuador en 2019.

 

“Con esto se logra la unión de todos, al menos por estas fechas”, asegura Mosquera.

Jorge Caiza, morador de Tisaleo, quien fue prioste en el 2019, explicó que luego de las novenas llegan los eventos centrales de la fiesta. Para ello el prioste hace la sacada de la imagen del Divino Niño, la misma que permanecía en casa de los priostes salientes.

“Son muestras de desprendimiento y agradecimiento porque al Niño se le atribuye varios favores y milagros que ha brindado a las familias de los priostes”, dijo.

Ya con el niño en brazos de los nuevos priostes se realiza la Pasada del Niño.

Una expresión colorida que convoca a decenas de personas que vestidos de pastores, ángeles, yumbos, papá Noel, duendes y cientos de personajes que se mezclan para acompañar a la representación de la Virgen María, San José y el Niño Dios.

“Todos desfilan y recorren las calles al son de villancicos y música popular emitida por una banda de pueblo”, dijo, al tiempo de asegurar que el prioste y su esposa siempre llevan la imagen del ‘Divino Niño Dios’, pues es en su honor todas las actividades.

 

EL DATO
La imagen del Niño Dios vestido de diferente 
forma es el protagonista de esta celebración.

Una tradición que traspasa obstáculos

Para Darío Chimbo, otro de los priostes, esta tradición siempre está presente a pesar de las limitaciones, puesto que la economía también golpea la realización de estas celebraciones desde hace varios años.

“En 2020 se hizo todo de forma virtual, lo importante era no dejar pasar esta fecha importante para nosotros”, comentó.

A decir del prioste este año se han programado actividades alternadas entre lo virtual y lo presencial, siempre cuidando la salud de los vecinos y de quienes acompañan, pero procurando que la fe y la tradición se mantenga. (FCT)