Los incendios forestales en la provincia son una de las mayores preocupaciones de los organismos de socorro.
La cantidad de vegetación consumida por los flagelos en Tungurahua se ha incrementado drásticamente.
Así en el 2018 se registraron 758,01 hectáreas consumidas por los flagelos y aunque para el 2019 se evidenció una menor incidencia al consumirse 232,16 hectáreas de vegetación, para el 2020 la cifra se multiplicó, pues en lo que va del año ya se registran alrededor de 1.412,77 hectáreas devoradas por los incendios forestales, esto de acuerdo con las estadísticas entregadas por la Secretaría de Gestión de Riesgos y Emergencias.
Patate se posiciona en el primer cantón con mayor cantidad de áreas consumidas con más de 600 hectáreas y en segundo lugar está Píllaro con alrededor de 490 hectáreas, aunque Ambato lo superó con los últimos incendios registrados en Quillán Loma y Pilahuín.
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Causas
Marcelo Tacle, quien labora en una fábrica de San Vicente de Quilllán Loma, uno de los sectores más afectados por los incendios y donde incluso se declaró estado de emergencia por el riesgo que corrieron sus habitantes, aseguró que el incendio en el sector se provocó por una quema de maleza, algo muy común en el sector donde existen grandes plantaciones donde sacan desechos orgánicos y para eliminarlos los queman. “Falta capacitación, debe haber otras formas de eliminar esa maleza”, dijo.
Para las autoridades en la mayoría de incendios está involucrado el ser humano de forma directa o indirecta ya sea por labores agrícolas o turísticas.
Christian Tamayo, director zonal del Ministerio del Ambiente y Agua, aseguró que es preocupante el incremento de los flagelos, más aún cundo se conoce que la mayoría de los incendios en las áreas protegidas y demás sectores son provocadas por la mano del hombre.
“Personas que se dedican a la agricultura tratan de quemar los pajonales con la finalidad de que la tierra se vuelva fértil, además, están aquellos turistas que realizan actividades de camping en áreas no aptas para ello”, dijo al tiempo de asegurar que estas personas hacen fogatas y no las apagan totalmente provocando flagelos incontrolables.
DATO
En Quillán Loma se registraron más de 250 hectáreas consumidas, cifra que no está sumada en este reporte.
Recomendaciones
Las autoridades sugieren varias recomendaciones para prevenir este tipo de flagelos, entre ellos evitar la quema de basura orgánica, actividad común en los sectores rurales, no realizar fogatas, no arrojar basura como plástico, vidrio o metal en los bosques, y sobre todo alertar cualquier posible incendio. (FCT)