La geopolítica es un juego de ajedrez, es la manera en que sale a relucir la capacidad de muchos líderes mundiales para mover las piezas adecuadas, es aquí precisamente donde aplican su instinto político y diplomático, para no perder espacio, es un juego de poderes, es un tema apasionante. La crisis en Ucrania tiene dos actores, por un lado, la OTAN, creada en 1949 con el fin de generar un sistema de defensa colectiva para protegerse entre los miembros ante cualquier amenaza externa a la alianza, “en buen romance es una organización de países de occidente”, y por otro lado están como no puede ser de otra manera los “antagonistas” que vienen a ser los “malos de la película” como siempre nos lo han vendido y son Rusia, China etc. Desde la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética y en consecuencia el Pacto de Varsovia, la OTAN fue ganando espacio fortaleciéndose en el bloque del este, como es normal esto cambió la balanza de poder mundial y el hecho de que quieran adherir a Ucrania como miembro implica para Rusia una evidente amenaza, haciendo una analogía estoy seguro que a EEUU no le gustaría que México se una a los países del este y tenga poderío militar que desestabilice o amenace su seguridad, similar a la crisis de los misiles en Cuba. Pues si hay un estratega mundial de alto quilate ese es Vladimir Putin, muy por delante de sus similares de occidente, un tipo sagaz y brillante con una visión escalofriante, el mensaje es claro, él no quiere a la OTAN en Ucrania es por eso que ha puesto a su ejército en alerta máxima para invadir este país con el fin de contener su avance geográfico, tiene su razón, además analizando el pensamiento de Putin y de acuerdo a muchas declaraciones realizadas en el pasado, está consciente de que una guerra a gran escala perjudicaría la economía del mundo y es un campo que no le interesa entrar a nadie, es por eso que deben agotar todo esfuerzo diplomático para impedir una guerra, sería nefasto para todo el planeta.
Juego de ajedrez
