Importancia de los primeros 1.000 días de vida

La lactancia materna es indispensable para la salud física y emocional del bebé.
La lactancia materna es indispensable para la salud física y emocional del bebé.
Los expertos en salud neonatal sostienen que alrededor del 40% de las habilidades mentales del adulto se forman en esos primeros años.

María Piedad tiene tan solo un año y un mes de nacida, ella recibe estimulación temprana y mucho amor por parte de sus padres, su hermano y toda su familia.

Karina Guerrero, su mamá, se enteró de su embarazo cuando ya tenía cuatro meses de gestación, fue ahí que empezó a tomar ácido fólico, vitaminas y otros suplementos para llevar un embarazo sano y saludable.

“Sé lo importante que es tener un embarazo óptimo para que el bebé nazca bien y pueda tener una vida saludable, por eso inclusive tomé un par de talleres para poder hacerle estimulación a mi pequeña y hacer que pueda desarrollar de mejor forma todas sus habilidades”, dice la dedicada madre.

Los primeros 1.000 días se cuentan desde el embarazo.
Los primeros 1.000 días se cuentan desde el embarazo.

 

Datos

Un estudio hecho por la Unicef señala que los primeros 1.000 días de un bebé son cruciales y marcarán para siempre su vida.

Se estima que alrededor del 40% de las habilidades mentales del adulto se formaron en esos primeros años.

El estudio de Unicef resalta que los niños de 0 a 3 años se desarrollan y aprenden con mayor rapidez cuando reciben afecto, comprensión, cuidado, estimulación en un medio ambiente enriquecedor y atención de la salud.

Por eso es esa conexión que se construye entre el bebé y el adulto referente lo que hace toda la diferencia y potencia su desarrollo.

Del mismo modo, Fundevas, una ONG formada por mujeres del sector de la ginecología, psicología, y la educación, entre otras especialidades; señala que los primeros años se crean entre 10.000 y 15.000 conexiones neuronales, aunque la mayoría quedan establecidas antes del nacimiento.

Por ello resalta la importancia que tiene el cuidado de los niños, nonatos y natos, en este período de la vida.

En esta etapa la privación afectiva temprana (insuficiencia de cuidado parental) causa resultados negativos a largo plazo en la salud física y mental, en la cognición y en el comportamiento.

Tanto Unicef como Fundevas explican la repercusión a nivel cognitivo y de desarrollo personal en periodo:

CIFRA 
40% 
De las habilidades mentales del ser humano se formaron en esos primeros 1.000 días.
  • Desarrollo cognitivo

Durante los primeros 1.000 días de vida, el tamaño del cerebro se duplica.

Es el momento de mayor actividad y desarrollo cerebral de toda la vida.

Un momento en el que se reconocen y relacionan conceptos básicos.

La alimentación tiene mucho que ver, pero también el entorno del bebé y las experiencias que viva, que dejarán huella para siempre.

TOME NOTA 
Los primeros 1.000 días corresponden a los 270 días desde la concepción hasta el nacimiento, y la segunda a los dos primeros años de vida (730 días).

 

  • Desarrollo del habla

Durante los primeros años de vida se asimila y decodifica el lenguaje. ¿Serías capaz tú de aprender un idioma a la perfección en tres años? Difícil, ¿verdad? Pero el bebé, es capaz de aprender no solo uno, sino varios idiomas a la vez en sus primeros 1.000 días de vida. Le es mucho más fácil si le incentivas mediante la escucha constante del idioma.

Para que un niño aprenda a hablar hay que hablarle mucho, y que además te vea, observe la boca y los labios, ya que se fijará en el movimiento de la boca para articular palabras. A los 6 meses, el bebé reconoce una gran cantidad de palabras de su lengua materna. Lo más normal es que primero intente repetir sílabas.

Más tarde, palabras. Su vocabulario irá aumentando de forma progresiva, hasta que se sienta capacitado para unir palabras e intentar formar frases simples. A los 3 años, ya será capaz de mantener conversaciones con los adultos, pero tendrá que seguir perfeccionando el lenguaje hasta los 5-6 años.

DATO 
El cerebro de un recién nacido consume el 60% de la energía total utilizada.

 

  • Desarrollo motor

Los primeros tres años del bebé parecen un ascendente maratón de logros. El bebé consigue sujetar la cabeza, enfocar objetos, mover brazos, coordinar movimientos, voltearse, arrastrar el cuerpo, coordinar brazos, piernas y cabeza para gatear, ponerse de pie, arrojar objetos, agarrar objetos, caminar, saltar, balancearse, mantener el equilibrio… ¡Increíble!

La Unicef resalta que los niños de 0 a 3 años se desarrollan y aprenden con mayor rapidez cuando reciben afecto, comprensión, cuidado, estimulación en un medio ambiente enriquecedor y atención de la salud.
  • Desarrollo emocional

El vínculo con la familia y personas cercanas al bebé es importantísimo para garantizar una buena salud emocional, que ayude a construir una personalidad fuerte, con buena autoestima y confianza. Recuerda que la personalidad comienza a formarse en esta etapa.

Un bebé puede tomar conciencia de quién es y lo importante que es para los demás gracias al vínculo de cariño con sus padres. Esto le aportará una autoestima fuerte que será clave en el desarrollo futuro de todas sus habilidades.

  • Desarrollo de las habilidades sociales

La televisión, tablet y celulares entretienen al niño, pero nunca podrán ayudarle a desarrollar habilidades sociales, que solo aprenderán conviviendo y relacionándose con otras personas.

La interacción con las personas es vital en estos primeros años de vida, y aportará al bebé buenos recursos para relacionarse en su siguiente etapa.

El estudio de Unicef presta especial atención a la importancia en estos primeros 1.000 días del vínculo afectivo. Los bebés que reciben más cariño durante esta etapa, presentan al crecer muchos menos problemas que los bebés que vivieron con menos vínculo afectivo.

De hecho, se ha demostrado que los niños que crecen durante esos primeros 1.000 días de vida en un hogar desestructurado, violento, con problemas y agresivo, presentan al crecer problemas severos de salud y de comportamiento. Sin duda, el amor es un buen alimento durante los primeros 1.000 días de vida de tu hijo, pero sin duda, lo es durante toda su vida.

Una adecuada alimentación es esencial para el desarrollo del bebé.
Una adecuada alimentación es esencial para el desarrollo del bebé.

Adecuada nutrición

Se ha demostrado que hay nutrientes indispensables en los primeros años de la vida  (macronutrientes, micronutrientes y vitaminas) y una deficiencia de ellos determina una disfunción cerebral.

Así los expertos comentan que pasados los primeros 1.000 días de vida los efectos causados por la desnutrición son muy difíciles de revertir, e incluso dar suplementos a niños desnutridos a partir de los 36 meses, puede ser perjudicial a largo plazo.

Los expertos aseguran que algunas enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes, son especialmente frecuentes en niños desnutridos que experimentaron después una ganancia rápida de peso.

Los esenciales en esta etapa son las proteínas, los ácidos grasos LC-PUFAs y la glucosa.

Además, dentro de los micronutrientes, elementos como zinc, cobre, hierro y selenio. Y dentro de las vitaminas las B6, B12 y K, el folato y la colina; que son esenciales para el correcto desarrollo del ser humano.

Atención en los primeros 1.000 días

  1. Todas las mujeres deben tener una nutrición adecuada, antes de la concepción y durante la gestación, para garantizar una buena salud del recién nacido.
  2. Las madres deben recibir suplemento de hierro y ácido fólico (pre y post concepción) y consumir sal yodada y fluorada; estas intervenciones, tienen un impacto probado en la salud de la madre y el feto.
  3. La leche materna es un alimento único e irremplazable, ya que suministra todos los nutrientes que garantizarán un adecuado desarrollo, prevendrán infecciones y estrecharán la relación del binomio madre-hijo.
  4. La alimentación complementaria, se debe iniciar a partir de los seis meses de edad de los niños con alimentos saludables. Se recomienda que el consumo de estos alimentos sea paulatino, para identificar intolerancia.
  5. A partir de los seis meses de edad, se debe suplementar con hierro y vitamina A.
  6. La alimentación infantil debe realizarse en familia y en un entorno agradable, para estimular el apetito y los buenos hábitos alimentarios.