Para este pueblo ancestral ubicado en Pelileo el Día de los Difuntos es la fecha más importante del año, incluso es más trascendente que Navidad o Año Nuevo.
Días antes de la fecha exacta amasan el pan, pelan los cuyes y conejos, preparan los vestuarios y pintan las tumbas de sus seres queridos, incluso la comunidad entera participa de una minga que limpia el terreno del cementerio.
En Salasaka el Día de los Difuntos es la fecha más importante del año, incluso es más trascendente que Navidad o Año Nuevo, pues llega toda la gente parte de la comunidad que vive en el extranjero o en otras provincias del Ecuador.
Ropa nueva, bordados especiales, ‘ponchos pisados’, joyería y sombreros se ponen a punto para vestir e ir al cementerio, en donde se ofrendará al alma del difunto la comida y bebida que en vida más le gustaba.
Familias enteras se reúnen alrededor de la tumba de padres, madres, esposos y hermanos, entre ellas intercambian conejo asado, papas, colada morada y frutas, como muestra de cariño y respeto.
La familia Ramírez Caizabanda sigue con esta tradición, y la mañana del 2 de noviembre se puede ver el ajetreo de los preparativos.
Todos los miembros de la familia alistan la ropa y la comida para ir al cementerio.
Fotografias y texto: Alex Villacis Guevara