Colectiva quiteña PachaQueer denuncia discriminación en bar de Ambato

La CoCa y La MoTa fueron sacadas de un bar de Ambato por cómo estaban vestidas.
PACHAQUEER. La CoCa y La MoTa fueron sacadas de un bar de Ambato por cómo estaban vestidas. (Foto cortesía)

La CoCa y La MoTa, de la colectiva quiteña PachaQueer, fueron discriminadas y sacadas de un bar en Ambato, por cómo estaban vestidas.

En una entrevista con Diario La Hora, La CoCa y La MoTa, – dos personas transgénero femeninas –, relataron la mala experiencia que vivieron el sábado 26 de febrero de 2022, cuando acudieron al concierto del artista ecuatoriano Carlos Cortez.

Las activistas y ‘performeras’, que visitaban Ambato, por la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF), no solo fueron discriminadas en el bar, aseguran que en una farmacia no les vendieron una pastilla y en varios lugares recibieron tratos hostiles.

¿Qué sucedió el sábado en el bar?

Nosotras hicimos la fila, pasamos los filtros de seguridad, pero cuando estábamos adentro, nos pidieron que nos vayamos.

Se me acercó un guardia y me dijo que el sitio se guardaba el ‘derecho de admisión’ y que no podía estar ahí por mi vestimenta, que debía salir y que nos iba a devolver el dinero de las entradas sin problema

Yo le dije que es una discriminación y que no pueden hacer eso, que le diga a la administradora que si tienen algún problema con nuestra presencia nos diga personalmente.

Se acercó la administradora, con cinco guardias y con una actitud amedrentadora nos dijeron que nos vayamos.

Nosotras argumentamos que era un acto de discriminación y que podían tener consecuencias legales pero igual nos sacaron.

EL DATO 
PachaQueer lucha por la inserción laboral trans y por establecer a noviembre 
como el mes del orgullo,  a propósito de la despenalización de la homosexualidad,
 en Ecuador (1997).

 

¿Fueron discriminadas en otros sitios de Ambato?

En la mayoría de lugares a los que fuimos. En una farmacia, no nos quisieron atender para vendernos una pastilla, en los locales comerciales fuimos a comer y siempre nos trataron con una actitud hostil.

¿Qué percepción se llevan de la ciudad y cuál es su forma de denunciar?

Más allá del evento puntal en el bar, creemos que la normalización de la homofobia y la transfobia en Ambato, es una situación generalizada

Nosotras creemos que, lamentablemente, muchos de estos lugares por su posición económica o los lazos que tienen con las autoridades, no tienen mayor sanción porque este tipo de actitudes deberían ser condenadas.

Pero como nosotras vemos que eso no procede, apelamos a la denuncia pública, creemos que es un acto de visibilización sobre lo que está pasando, más que para nosotras mismas, para otras personas.

No solo somos nosotras, es una población por eso estamos aliándonos a más personas, que quizá sufren las mismas o peores discriminaciones en Ambato y el Ecuador.

¿Qué piensan del llamado ‘derecho de admisión’?

Esta situación, de usar el ‘derecho de admisión’, es un pretexto para excluir  a las personas por diferentes cosas, no solo por el género, sino también por la vestimenta, la apariencia, la etnia y la clase social.

No debería estar permitido, deberían ser sancionados y por eso apelamos a la denuncia pública.

TOME NOTA 
Las afectadas pordeían iniciar una acción penal por el delito de discriminación,
sustentada en el artículo 176 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

 

¿Van a tomar acciones legales?

Estamos esperando, pues no estamos solas, somos parte de una organización, entre esas personas hay abogados y  son quienes tienen la decisión.

Ahora no podemos decirte que va a pasar, son las personas que respaldan nuestra organización quienes tomarán las medidas necesarias.

Transfobia en Ambato

La CoCa y La MoTa, contaron que están en contacto con la Asociación Trans de Tungurahua Nueva Esperanza, con quien se coordinarán acciones públicas.

“Cuando estábamos llegando a Ambato, las compañeras nos decían que en las fiestas o feriados de la ciudad, las personas trans se van, porque siempre ocurren estas dinámicas transfóbicas”, dijo La MoTa.

Jessica Martínez, vicepresidenta de la asociación Nueva Esperanza, manifestó que son contados los centros nocturnos a los que las mujeres trans pueden entrar en Ambato.

“Solo nos miran y nos dicen que no podemos ingresar. Son tres o cuatro los sitios a los que accedemos y eso, porque yo he ido a hablar con los dueños y a decirles que somos personas tranquilas”, dijo Jessica.

La Vicepresidenta de Nueva Esperanza dijo que en Ambato hay mucha transfobia, “la gente es de mente cerrada y todavía hay un tabú hacia la comunidad”.

La organización de Tungurahua, se solidariza con PachaQueer, asegurando que lo que vivieron es atroz, “un atropello a la dignidad”.

“Es nefasto, nadie puede atacarte por cómo te ves. Y aquí siempre nos hemos parado duro y trabajando por la visibilidad, nos hemos tomado las calles y la discriminación ha bajado un poco, porque hace 15 años, era peor”, finalizó Martínez. (APQ)

 

Especialista

Christian Pérez, abogado especialista en Derechos Humanos, dijo que en este caso hay dos posibilidades.

La primera es actuar con la Defensoría del Pueblo y la segunda, iniciar una acción penal.

“A través de la Defensoría del Pueblo se podría logar una sanción cuasi-administrativa en contra del local porque existe un tema de discriminación”, dijo Pérez.

El abogado asegura que en este caso no se puede hablar de ‘derecho de admisión’, “no hay un parámetro que sea legítimo, se debe tomar en cuenta la proporcionalidad, la legalidad, la finalidad y aquí no se está cuidando absolutamente nada”.

Manifestó, que hubo discriminación porque se impidió el acceso a un lugar, a dos personas por su orientación sexual y por su imagen.

“Porque a los dueños no les parecía que debía estar en el lugar, no hay un criterio objetivo, es un tema subjetivo. La Defensoría podría hacer una investigación defensorial, basada en el tema de no discriminación, para exhortar al local, a que tenga otros protocolos para el manejo de la admisión a las personas”, agregó Pérez.

Además, podría iniciarse una acción penal por el delito de discriminación,  poniendo la denuncia ante la Fiscalía, apoyada en el artículo 176 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

En la norma establece que la persona que… “propague practique o incite a toda distinción, restricción, exclusión o preferencia en razón de nacionalidad, etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género u orientación sexual, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, condición socioeconómica, condición migratoria, discapacidad o estado de salud con el objetivo de anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio de derechos en condiciones de igualdad, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años”.

El Especialista en Derechos Humanos indicó que las denuncias por casos de discriminación similares, aumentaron en el país, que la problemática está ahora más visibilizada, gracias a las organizaciones.

“Los colectivos han tomado mucha fuerza, generando acciones para tomar conciencia sobre la importancia de la denuncia”, dijo Pérez.

Asegura también que la Constitución señala claramente cuáles son los actos de discriminación, que la Corte Constitucional ha emitido jurisprudencias ante la discriminación.

“Ha ido apareciendo contenido normativo para permitir que existan denuncias más claras, ahora el tema es que las autoridades tengan la misma visión, este mismo enfoque, que la justicia no solo sea legalista, sino que tenga clarísimo cual es el enfoque de derechos humanos y en base a eso se determinen sanciones paradigmáticas “, dijo Pérez.

PachaQueer, ¿quiénes son?

PachaQueer, es un proyecto urbano transdisciplinario, autogestivo, contra político, rebelde fundado en Quito en mayo de 2013.

Sus fundadoras son La CoCa y La MoTa – dos personas transgénero femeninas –, conformaron “un colectivo resiliente performático y artístico que conspira contra las violencias del sistema binario, capitalista y patriarcal a través de generar experiencias socio estéticas y liminales en las fronteras sexualizadas”.

PachaQueer funciona como un espacio cultural seguro para las diversidades sexuales a las que los centros culturales conservadores cerraban las puertas.

En mayo de 2021, después de que las autoridades quiteñas clausuraron su restaurante, las PachaQueer iniciaron una lucha por la inserción laboral trans apuntando a los códigos del trabajo.

Su objetivo es trabajar de manera comunitaria un proyecto de Ley para presentar a la Asamblea y apelar al cupo laboral trans.