Aunque es parte del proceso digestivo normal del ser humano es considerado vergonzoso e incómodo para las personas esta acción.
Aunque la expulsión de gases o flatulencias es parte de los procesos que lleva a cabo el cuerpo del ser humano, es considerado un acto vergonzoso e incómodo para algunas personas.
Sin embargo, el ámbito de salud puede aportar puede un cambio de perspectiva en cuanto a esta acción.
¿Por qué producimos gases?
Los gases intestinales son una consecuencia normal del proceso de digestión de los alimentos que consumimos. Las bacterias presentes en nuestro tracto gastrointestinal descomponen los alimentos y liberan gases como el hidrógeno, el dióxido de carbono y el metano.
Además, el aire que tragamos al comer, beber o hablar también contribuye a la formación de gases en nuestros intestinos.
Los riegos
Aunque suele parecer inofensivo el hecho de aguantar los gases, médicos expertos señalan que está práctica puede presentar efectos negativos en el organismo, tales como: distensión abdominal o hinchazón, que a su vez puede provocar dolor y malestar abdominal, producto de la acumulación de gases en el intestino.
También, no se descarta un posible estado de estreñimiento, lo que dificulta la evacuación de los desechos del cuerpo del ser humano.
Además de los efectos físicos, aguantar los gases también puede tener un impacto emocional en las personas. La vergüenza y la incomodidad asociadas a la expulsión de gases en público pueden generar estrés y frustración.
Cómo evitar la producción excesiva de gases
Existen varios que pueden incrementar la producción de gases en nuestro organismo. Uno de ellos es la alimentación. Por tal razón, la disminución del consumo de ciertos alimentos como: legumbres, verduras y bebidas carbonatadas podrían ayudar a reducir la producción de flatulencia. (VAB)