Redacción QUITO
La cuarentena obligatoria, medida que los gobiernos de los países afectados por la pandemia del coronavirus tomaron para evitar su propagación, ha agudizado ciertos trastornos como: depresión, estrés y sueño.
El temor y la ansiedad con respecto a una enfermedad o pandemia, en este caso, pueden ser agobiantes y generar emociones fuertes, tanto en adultos como en niños. (MP)
Estrés
El estrés durante el brote de una enfermedad infecciosa, y con la cantidad de fallecidos que ha provocado a nivel mundial, puede incluir reacciones como:
- Temor y preocupación por su salud y la de los seres queridos.
- Cambios en los patrones de sueño y alimentación.
- Dificultades para dormir o concentrarse.
- Agravamiento de problemas de salud crónicos y mentales.
- Mayor consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias.
La reacción de cada persona a la pandemia, puede depender de sus antecedentes, de ciertos aspectos de comportamiento y el entorno que los rodea.
Los adultos mayores y personas con enfermedades crónicas corren una mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del Covid-19, por ende son un sector vulnerable y susceptible a sufrir una crisis de estrés.
Asimismo, niños, adolescentes, personas que se encuentran en la primera línea como personal médico, personas con enfermedades mentales, incluidas las que tienen trastornos por abuso de sustancias.
Cómo lidiar con el estrés
- Tomar descansos y no consumir noticias respecto a la pandemia actual.
- Cuidar el cuerpo con respiraciones, ejercicios de estiramiento o meditación.
- Consumir alimentos saludables y comidas bien balanceadas.
- Hacer ejercicio y respetar horarios de sueño.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol, medicamentos otras sustancias.
- Mantener contacto con otras personas.
Patrón del sueño
El aislamiento social y la falta de actividad rutinaria también afecta en el patrón del sueño. Hernando Pérez, un neurólogo español, explicó que el sueño tiene dos reguladores:
El ciclo de luz y oscuridad, lo que significa que, si por la cuarentena despertamos más tarde, estamos perdiendo la luz solar del día, lo cual es clave para que el cerebro se active y sepa que dentro de 12 o 14 horas llegará el momento de volver a dormir.
Otro indicador es el cansancio. En el transcurso del día, el cuerpo se mantiene activo y cuando llega la noche siente la necesidad de descansar, pero si tenemos menos actividad física o pasamos acostados, eso incidirá directamente en el cerebro y no se activará la necesidad de descansar, por lo que el repunte de insomnio es mayor en este temporada.
Recomendaciones
- Mantener una rutina estable, con horarios para despertar, tener actividad física o mental y horario para dormir.
- Buscar exponerse al sol durante la mañana e intentar tomar aire fresco en un jardín, balón o ventana.
- No ver, escuchar o consumir noticias referentes a la pandemia antes de dormir.
- Evitar siestas o hacerlas de máximo 30 minutos.
- No utilizar el celular, computadora o tablet en la cama, pues la luz inhibe la secreción de melatonina, hormona clave para relajarse.
- Hacer ejercicios durante el día.
- Consultar con un especialista si los problemas para dormir empeoran.