Novena: día noveno

Presentación

EL VERDADERO SENTIDO DE LA NAVIDAD

Señor, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la presencia de tu amor en nuestra familia y en nuestra sociedad. Navidad es certeza de que el Dios del Cielo y de la Tierra es nuestro Padre, que tú, Divino Niño, eres nuestro hermano.

Que esta reunión, junto a tu pesebre, nos aumente la fe en tu bondad, nos comprometa a vivir verdaderamente como hermanos, nos alimente de valor para matar el odio y sembrar la justicia y la paz. Divino Niño, enséñanos a comprender que donde hay amor y justicia, allí estas tú y allí también es Navidad.

Oración inicial para todos los días

¡Oh Divino Niño Jesús! Confiando en tu infinita misericordia y bondad quiero hacer esta novena para presentarte con sencillez mis necesidades espirituales y materiales. Cuando vivías entre los hombres, conversabas con tu padre celestial, en actitud confiada de adoración, alabanza, gratitud y petición. Así quiero que sea mi oración, especialmente en estos días de la novena.

Tú eres nuestro intercesor ante el Padre; tú pediste por las necesidades de los hombres. Hoy te presento mis propias necesidades. Me acojo también a la intercesión de María, madre tuya y también mi madre, para que, como ella, me des fortaleza para aceptar y hacer siempre tu voluntad. Amén.

Oración final para todos los días

Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”. Lleno de confianza en ti, ¡oh Jesús!, que eres la misma verdad, vengo a presentarte mis necesidades. Ayúdame a llevar una auténtica vida cristiana, para conseguir una eternidad feliz. Por los méritos infinitos de tu encarnación y de tu infancia, concédeme la gracia que te estoy pidiendo (aquí se expresa el favor que se quiere alcanzar). Me entrego a ti, oh Niño Omnipotente, seguro de que escucharás mi súplica y me fortalecerás en la esperanza. Amén.

Padre Nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.

Ave María

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

Gloria

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amén.

Villancico

Ya viene el Niñito
Autor: Salvador Bustamante Celi
Ya viene el Niñito jugando entre Flores
y los pajaritos le cantan amores.
Ya se despertaron, los pobres pastores
y le van llevando, pajitas y flores
la paja está fría la cama está dura
la Virgen María llora con ternura.
Ya viene el Niñito jugando entre flores
y los pajaritos le cantan amores.
Ya no mas se caen, todas las estrellas,
a los pies del niño, más blancos que ellas…

1. Saludo

Hoy es nochebuena y mañana es Navidad. Hoy se reúnen las familias para cenar juntos y abrir los regalos. Tomemos unos minutos y reflexionemos el sentido del acontecimiento que estamos celebrando. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

2. Oración inicial

3. Presentación del personaje

Jesucristo es la verdadera razón de esta fiesta. La Navidad es el nacimiento de Jesús, y decir que Dios se ha hecho hombre, es afirmar que no es un Dios lejano sino que ha querido asumir todos los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de todos los tiempos.

4. Lectura bíblica

Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa. Palabra del Señor.

5. Meditación

Ante el misterio de la encarnación del Hijo de Dios, no se puede hacer más que callar y dejar que hable en nuestro corazón. Por eso, guardemos unos minutos de silencio y contemplemos al niño que hemos encontrado envuelto en pañales y acostado en un pesebre.

6. Villancicos

7. Oración final