El camino cruza por 18 ciudades de Ecuador y Perú, por donde pasó la ‘libertadora’ en su camino al exilio.
La ruta inicia desde Quito, donde nació Manuela Sáenz, hasta Paita (Perú), lugar en el cual murió tras el exilio al que le sometió el presidente Vicente Rocafuerte.
Este camino pretende recordar el importante rol que esta mujer tiene en la historia de América. Además, es posible conocer los paisajes, las costumbres, la gastronomía, los sitios turísticos e históricos que tiene cada una de las ciudades por donde transitó.
La iniciativa surgió en el Gobierno de Pichincha, desde hace siete años aproximadamente, recordó la viceprefecta Marcela Costales. Justo cuando se trasladaron los restos simbólicos de Sáenz desde Paita (Perú), hasta el cementerio de los Héroes en Caracas (Venezuela). Allí se los puso junto a Simón Bolívar, pero después de haber cruzado por cinco distritos de Perú, 12 provincias de Ecuador y siete municipios de Colombia.
Este trayecto, construido con el trabajo de autoridades municipales y regionales peruanas, ha significado el incremento, en el caso de la ciudad Mitad del Mundo en Quito, del 3% de turistas. También, ha aumentado la visita de ecuatorianos a Paita, lo cual ha favorecido a la hotelería, los restaurantes, los museos, las artesanías, los centros de compras, entre otros, detalló Costales.
En el itinerario entre Quito y Paita, quien recorra la ruta, disfruta de panoramas únicos, manifestó Costales.
Largo viaje
El recorrido actual entre Quito y Paita, por carretera, comprende 852 km. Se realiza en aproximadamente 22 horas, pero si el camino incluye todas las ciudades y pueblos de la travesía de Manuela, toma tres días.
La ruta empieza en la ‘Carita de Dios’, en la casa de Manuela (norte de la urbe), hoy convertida en un museo que muestra sus objetos personales. Se visita el Centro Histórico y sus iglesias, además de la Ciudad Mitad del Mundo.
EL DATO
Manuela Sáenz Aizpuru fue una patriota quiteña, reconocida como la heroína de la Independencia de América del Sur.Sigue hacia Latacunga (Cotopaxi), tierra de la Mama Negra, las hallullas y las chugchucaras; atraviesa por Pujilí, donde el danzante aparece en la celebración del Corpus Christi que se realiza a finales de mayo. Aquí se destacan los pintores de Tigua y allí se asienta la laguna de Quilotoa.
Se pasa por Guano (Chimborazo), famosa por las ‘cholas’ (pan con dulce de panela), las alfombras y por haber sido el asiento de culturas milenarias como la de Tuncahuán, de la cual hay vestigios. Se va por Riobamba, asentada a los pies del Chimborazo, dueña de la Reserva de Producción de fauna Chimborazo y desde donde sale una ruta del tren. El siguiente destino es Chambo, con su gente dedicada a la agricultura, la ganadería y a la elaboración de tejas y ladrillos. Se llega a Colta, allí está la iglesia de Balbanera, la primera construida en suelo ecuatoriano.
Luego viene Guaranda (Bolívar), ‘La ciudad de las siete colinas’, en la cual se desarrolla en febrero el famoso Carnaval. El recorrido continúa por Chimbo, famoso por el desarrollo de actividades como la armería, la pirotecnia y la alfarería.
El camino prosigue a San Miguel y Chillanes, poblados que se caracterizan por las casas con encanto colonial, en las cuales confluyen el estilo serrano–costeño y están en la zona de transición entre la Sierra y la Costa.
En tanto que la parroquia Bilován, que también vio transitar a Sáenz, tiene su espacio en la historia porque allí se realizó el Combate de Camino Real, el 9 de noviembre de 1820. Este dio inicio a la independencia de otras ciudades del país.
Rumbo a la Costa
La ruta que siguió Manuela Sáenz fue por Babahoyo (Los Ríos). Allí las casas flotantes construidas en el río del mismo nombre y el rodeo montuvio atraen a los turistas. Continuó por Guayaquil, que hoy es la ciudad más poblada del país y entre sus atractivos tiene el Malecón 2000, el barrio Las Peñas, el Cerro Santa Ana entre otros sitios que convocan a los visitantes. También pasó por Chacras, una pequeña parroquia de Arenillas (El Oro), en la cual se le construyó un monumento.
Cruzó a Perú y caminó por Tumbes, ciudad a 30 km de la frontera con Ecuador, donde llaman la atención sus playas, como Punta Sal, los bosques y manglares. Llegó a Zorritos, urbe famosa por sus balnearios como Punta Camarón, que presenta una fina arena de color dorado y un mar cristalino. Asimismo, fue por los Pinos, Bocapán y el hervidero que tiene aguas temperadas. Estuvo en Máncora, muy visitada por sus playas de arena blanca aptas para la practica de surf, kitesurf, buceo y pesca; hasta que llegó a Paita, ubicada al extremo noroeste de Perú y considerada el puerto más importante después de El Callao. Mantiene su estilo colonial, sus viejas casonas e iglesias que acogió a Manuela Sáenz y la vio morir el 23 de noviembre de 1856, a los 61 años. (CM)
