La cocina a leña tiene sus raíces ancestrales

Manabí fue la pionera en la utilización de hornos de leña para la preparación de los alimentos.

SANTO DOMINGO DE LOS TSÁCHILAS, LA HORA

Los amantes de la gastronomía aseguran que cuando se preparan los productos en horno de leña, todo queda más rico, así lo confirma Grecia Rendón.


Oriunda del cantón El Carmen, Manabí, asegura que fue su madre quien le enseñó el arte culinario y no precisamente en una cocina a gas. “Cuando tenía 13 años ya cocinaba en el horno de leña de mi casa. Con mis padres vivíamos en La Bramadora y en aquel entonces no eran comunes las cocinetas”, afirma Rendón.


Ella tiene cuatro años y medio viviendo en Santo Domingo de los Tsáchilas y no precisamente en el centro la ciudad, sino que en el kilómetro 13 de la vía Santo Domingo-La Concordia. En el lugar levantó un restaurante Parador y lo primero que se observa al llegar al lugar es su gran horno de leña.

DELICIAS. Grecia Rendón ofrece seco y caldo de gallina criolla cocinado en fogón.
DELICIAS. Grecia Rendón ofrece seco y caldo de gallina criolla cocinado en fogón.

Sabor exquisito


“La comida hecha con leña es mucho más sabrosa, puesto que al momento de cocinar, los alimentos absorben el aroma y los sabores de los recursos naturales. Lo recomendable es preparar los productos en ollas de barro, pero también se lo puede hacer en las normales”, manifiesta esta mujer manabita.


La especialidad de Rendón es la gallina, es por eso que en su local lo único que se encuentra es caldo y seco de gallina criolla acompañados de un par de plátanos asados.


Los platos que se pueden realizar en este tipo de horno son diversos. Grecia comenta que es posible cocinar de todo y hasta hornear panes de almidón, tortillas, bollos o hasta son útiles para secar carne o longaniza.

ALIMENTOS. La tradición de cocinar en hornos de leña nació en Manabí.
ALIMENTOS. La tradición de cocinar en hornos de leña nació en Manabí.

Construcción de hornos


El tiempo en que se puede construir un horno de leña como para un restaurante es de dos semanas. Lo puede hacer un carpintero profesional como también un hombre con experiencia.


Para construirlo se necesita tener buena madera, porque de aquello dependerá su vida útil, pero lo más recomendable es utilizar laurel o guayacán.


Se necesita también barro, arcilla, tierra, una olla de barro grande (no siempre es necesaria) y ceniza para el final. Luis Cárdenas, esposo de Grecia Rendón, construyó uno. Este tiene más de cuatro años y aún se conserva en perfectas condiciones.

TRADICIÓN. La manabita Luz Véliz asegura que por 14 años ha vendido comida.
TRADICIÓN. La manabita Luz Véliz asegura que por 14 años ha vendido comida.

Tradición


En el bypass Chone-Quito, diagonal al ingreso de la urbanización El Portón en Santo Domingo de los Tsáchilas, se encuentra el comedor de Luz Véliz Palma. Hoy, a sus 56 años, ella recuerda que su madre el enseñó a realizar los quehaceres del hogar desde que era una niña, entre estos cocinar.


Su restaurante está construido a base de madera, caña guadúa y hojas de zinc. “Tengo 14 años viviendo en Santo Domingo y durante ese tiempo estoy con mi negocio y siempre la comida ha sido preparada en horno de leña. La gente manabita fue la pionera en construir los fogones, tradición que luego se dio a conocer en otros sectores del país. Hay muchos manabitas que aún conservan la costumbre de la cultura de los fogones”, afirma Luz Véliz. (JM)

«Si no es gallina criolla y de campo lo que yo le sirvo, no me la pague”.

Luz Véliz, dueña de restaurante

Delicia


Luz Véliz es oriunda de la parroquia Convento del cantón Chone, por lo que por su sangre corre la sazón manabita, considerada por muchos como una de las más ricas y deliciosas del país. Dice que los platos más comunes que suelen prepararse en fogón pueden ser el seco de gallina criolla, panes de almidón, asados, bollos, secos y caldos de pata, cazuelas, entre otros platos.


Historia


De acuerdo a investigaciones arqueológicas, el uso del horno viene desde las culturas antiguas como la valdivia (4000-1450 a.C.). Cuando llegaron los españoles lo usaban las culturas jama-coaque (500 a.C.-1650 d.C.) y manteña (800-1532 d.C.), territorios considerados hoy como Manabí.


Se conoce que en aquellas épocas los hornos estaban a nivel del suelo y que las mujeres debían agacharse para poder preparar los alimentos y fue con el pasar de los años que se levantaron estructuras de madera que facilitaron todo el proceso.


La historia tiene mucho que decir de este tipo de hornos, pero lo que sí aseguran Luz Véliz y Grecia Rendón es que la comida cocinada en horno de leña es más sabrosa.


Detalles
Lo que debe saber

En Sosote, entre las localidades de Portoviejo y Crucita, hay más de 20 locales en los que se puede encontrar una infinidad de comida preparada en hornos de leña.

Un fogón muy bien construido puede llegar a durar hasta 40 años.

En las zonas rurales de Manabí aún es común ver a personas que usan los hornos de leña para cocinar.


4
dólares es el precio de un seco de gallina preparado en horno de leña.