Entrevista: Felipe Vega de la Cuadra publica ‘El alma animal’

Escritor. Se ha desempeñado como funcionario público en el exterior. (Foto: Embajada de España)
Escritor. Se ha desempeñado como funcionario público en el exterior. (Foto: Embajada de España)

Publica ‘El alma animal’, donde expone que el ‘reparar’ es la clave del encuentro humano, antes que el ‘perdonar’.

Redacción SUSANA MADERA

EFE

El perdón “es un acto de vanidad” que pone a quien perdona por encima del perdonado, asegura el escritor ecuatoriano Felipe Vega de la Cuadra, quien en su más reciente obra, ‘El alma animal’, subraya que el “reparar” es la “clave” del encuentro humano.

Escrita inicialmente en 2008, Vega de la Cuadra sometió durante diez años a su novela a un trabajo “casi orfebre” en el que hubo correcciones, recortes y cavmbios, incluso de último minuto, pues modificó un capítulo entero para evitar el trágico final de una de las protagonistas.

Y, finalmente, publicó “para ya no seguir corrigiendo”, comenta al relatar que la obra está ambientada en la ciudad de Munich, en Alemania. “Es la nación que más puede ilustrar lo que plantea el libro”, explica sobre su novela que gira en torno al “choque constante entre una sociedad estructurada que nos obliga a hacer cosas todo el tiempo y el impulso enorme que tenemos en el alma… por eso (la obra) se llama ‘Alma animal’, alma primaria”, justifica.

Propuesta
La novela de 360 páginas, habla de “esa alma que lucha contra una sociedad, que nos obliga a vivir de una forma, hacer una serie de cosas para sobrevivir. El contexto alemán es el que más puede ilustrar esa confrontación permanente”, señala.

La historia se desarrolla en un hospital siquiátrico con personajes “aleccionadores y sanadores”, apostilla. Psicólogo de profesión, Vega da la Cuadra, considera que “sanar no es curarse de una enfermedad porque no es una enfermedad el estado emocional mental que tenemos”.

“Sanarse -infiere- es poder ensamblar adecuadamente esa condición profunda nuestra, ese alma animal, con la vida tal como viene y mirar para adelante”.

Considera que el perdón es un “acto de vanidad: quien perdona se pone por encima del perdonado. Hay que reparar, la única opción del ser humano es reparar”, acentúa en su obra.

Y, como ejemplo, dice que cuando ocurre un accidente con el coche no es suficiente ofrecer disculpas al afectado sino reparar el daño. “Esta es la clave del encuentro humano (que) tiene que ser reparador, tiene que restituir lo que se ha quitado, reponer lo que se ha dañado, reparar lo que se ha destruido. Es la única salida y este es el mensaje más fuerte de la novela. El perdón no tiene opción, es un acto que no soluciona nada”, razona.

Criterio
Para él, la locura “no es una enfermedad” sino “la forma en la cual una persona puede sobrevivir, un medio de gestión entre esa enorme contradicción entre lo que se es profundamente y lo que se tiene que ser obligado por una sociedad que hemos construido durante tanto tiempo”.

Revela que en su obra plasma realidades que le impactaron en sus varias visitas a Múnich, ciudad en la que -considera- se sienten “muchas presencias importantes de la historia” alemana como el “eco muy sordo que queda de la Segunda Guerra Mundial”.

Interpreta en aquello “una enorme culpa de la sociedad alemana, total, absoluta, que está bien, así debe ser (pues) los países que no reconocen lo que hicieron y no incluyen ese pasado en su vida presente” pueden repetirlo, apunta.

Comunicador y con estudios en ingeniería civil, tiene en su escritorio otras novelas, varios cuentos y ensayos que no ha “tenido el valor” de publicar “por pudor”, “por respeto” a su abuelo José de la Cuadra, considerado como el mejor exponente del realismo social de Ecuador.

“El hecho de ser nieto de José de la Cuadra me ponía al margen de poder publicar”, observa aunque reconoce la contradicción que para unos puede suponer el no haber aprovechado el prestigio que le podría haber supuesto la sangre literaria que circula por sus venas.

Perfil

Felipe Vega de la Cuadra

° Escritor, psicólogo y comunicador ecuatoriano (Cuenca, 1960). Posee una maestría en Salud Mental y Clínica Social. Fue Subsecretario General y Ministro de Gobierno, Justicia, Policía, Municipalidades y Cultos, Gobernador de la Provincia del Azuay, entre otros cargos. Recibió la Condecoración Nacional ‘Al Mérito’ en 2005.