Elecciones: la fiesta de las comunidades de Cotopaxi

Derechos. Las comunidades cumplen el derecho al voto en distintos recintos de Cotopaxi.
Derechos. Las comunidades cumplen el derecho al voto en distintos recintos de Cotopaxi.

Redacción COTOPAXI

Desde muy temprano José se levantó, dio de comer a sus gallinas y salió al camino que lo conduce a su recinto electoral, ubicado a cerca de dos kilómetros de distancia de su casa. La primera parte la hizo a pie acompañado de su esposa Siza y la segunda pudieron hacerla en una camioneta que pasaba y amablemente los llevó.

Ya en el recinto, José saludó con varios miembros de su comunidad y vecinos de otras localidades que se acercaron con sus ponchos, chales, y atados de comida para la fiesta cívica del voto.

En Poaló se registran cera de 7 mil votantes de los cuales 2 mil son mestizos y 5 mil son de distintas comunidades indígenas, quienes votan en el recinto García Moreno y en la Unidad Educativa Poaló.

Con un frio que se cala en los huesos y el olor de las tortillas cocinadas en leña, los miembros de la comunidad llegan en camioneta o a pie a votar, pero siempre lo hacen en familia.

El Dato
Los indígenas pueden votar desde 1979.

Participación política

Silvia Guanoquiza, moradora de la comunidad de Maca Grande, explicó que ella llegó por primera vez sola a ejercer su derecho al voto pues siempre lo hace en familia y está vez es miembro de las mesas receptoras del Voto, “se debe venir elegante porque es un día cívico”.

Guanoquiza destacó que con los años las mujeres indígenas han tenido mayor participación en la política; sin embargo, aún es común que las mujeres vayan detrás de sus esposos y esperan a que el vote para poder cumplir su derecho.

A decir de Segundo Ayala, dirigente, los indígenas han tomado fuerza en Cotopaxi y han puesto y quitado autoridades, “somos dueños de estas tierras y por ello siempre merecimos votar”.

Derechos. Las comunidades cumplen el derecho al voto en distintos recintos de Cotopaxi.
Derechos. Las comunidades cumplen el derecho al voto en distintos recintos de Cotopaxi.

Vida en familia

Patricio Pullopaxi, líder indígena, mencionó que el voto se realiza en comunidad y se comparten distintos alimentos como los motes, las habas y las papas que son propios de estas tierras. “Todos traen algo y así compartimos, porque es un día que nos quedamos en la parroquia y no regresamos rápido a la casa”.

Pullopaxi dijo que esta costumbre no se ha perdido y aún siguen llegando en familia para votar, “todos los miembros de una familia son importantes y por ello es vital que los niños vean como sus padres votan, para que sepan que cuando crezcan tienen una responsabilidad”.

Las mujeres muestran timidez para hablar, se asustan con las cámaras y grabadoras, pero Transito Pilamunga, de la comunidad de maca grande cuenta entre dientes y en una mezcla entre kickwa y español que las votaciones son fiesta, “porque se une toda la gente, taitas con guambras, guaguas con adultos”.

Tránsito votó en la mesa número tres de mujeres en el recinto García Moreno, al salir con su certificado en la mano lo emplástico y lo guardó rápidamente en una pequeña cartera tejida.

Después se acercó hasta un puesto donde vendían Morocho y lo convino con las habas y mellocos que traía en una pequeña ‘targuita’, que es como se llama al atado de comida que se lleva en la espalda.

Al igual que Tránsito decenas de mujeres son las encargadas de llevar el alimento para su familia, después de asistir al recinto se sientan en bancas o en el piso para compartir un momento y dialogar con sus vecinos, esto mientras los niños se divierten en sus bicicletas o corriendo por las pequeñas calles empedradas de Polaó.

Así pasan los minutos y las horas en un ambiente acogedor, que no genera miedos de robos, ni peleas, sino una sensación de estar en casa.

Derechos. Las comunidades cumplen el derecho al voto en distintos recintos de Cotopaxi.
Derechos. Las comunidades cumplen el derecho al voto en distintos recintos de Cotopaxi.

La pamba mesa

Las habas, cuyes, caldos de gallina y hasta pescado con papas, se ubican en las afueras de estos recintos y se convierten en un patio de comidas donde todos disfrutan de la gastronomía propia de la zona.

Aquí muchos arman una ‘Pamba mesa’, que quiere decir una mesa para compartir, donde todos dan un poco de lo que tienen para que quienes no trajeron nada puedan servirse alimentos.

María Ayala, sale todos los domingos con el producto de su cosecha para venderlo en la plaza central, “mellocos, papas, habas y choclo, traigo envuelto para que no se enfrié y hoy es un día para conseguir venta”.

María asegura que estos productos aún tienen aceptación de mestizos e indígenas, ya que no tienen químicos y siempre se degustan en un día de feria, fiesta y buena vecindad. (NA)