Los que conocen a Hugo Chávez lo describen como un hombre intelectualmente limitado, ambicioso, inescrupuloso, impulsivo, temperamental, increíblemente desordenado en todos los aspectos de la vida, impuntual, absolutamente negado para las finanzas, amante del lujo, no es un hombre bien amueblado mentalmente, ni un hombre con una ideología definida.., esta hecho estructuralmente para una confrontación narcisista por excelencia.
El no entiende el ejercicio del poder como el árbitro de la nación, como el hombre que tiene que establecer las reglas de juego y que tiene que manejar la conflictividad desde el punto de vista democrático. No esta preparado para ello.
Su estilo de gobernar es casi adolescente. Llama a sus ministros pasadas las 12 de la noche para contarles una idea brillante que se le acaba de ocurrir, da instrucciones para todos lados, todos le dicen que si y nadie jamás le da seguimiento a sus ordenes. Cuando las cosas no funcionaban, cambiaba los ministros. En cinco años a cambiado 80 ministros.
Es el hombre más absolutamente impuntual para todo. No tiene horario para nada, no preside el gabinete va a su oficina cuando quiere Y trata pésimo a sus colaboradores. El trato mismo que les da a sus subalternos es un trato despótico un trato humillante. Los humilla.
A un gobernador delante de nosotros, altos funcionarios, le dijo en una oportunidad que era una porquería que no servía para nada, que usted se me va inmediatamente de aquí, etcétera, señaló uno de sus colaboradores. Después, reconoce que comete errores, da cuenta que lo ha hecho mal… pero al rato vuelve a hacerlo.
El esta rodeado de lo que en el ejercito llaman «ordenanzas». No tiene ninguna posibilidad de que haya alguien a su alrededor que lo contradiga.
En el manejo económico del gobierno Chávez operaba con total arbitrariedad, como si manejara una hacienda personal. No tiene idea en materia de finanzas.
Absolutamente ninguna regla de control. De golpe manda: “Dale al banco tal tantos millones”, decía el ex ministro del interior, “días atrás, Chávez había dado un discurso ante el Banco de la Mujer, y le habían presentado un plan que le había gustado. “Esto está muy bueno. Están haciendo una gran labor. ¿Hay algún ministro aquí? ¿Alguien de la Casa Militar? Ah, González, bueno, anótame ahí, para darle 4 mil millones a este banco”, había dicho el presidente venezolano, en una escena televisada por cadena nacional. Y eso sucede todos los días.
Chávez usa un discurso que divide a la sociedad entre ricos y pobres entre oligarcas y pueblo, y con un lenguaje revolucionario que en ningún caso correspondía con lo que estaba ocurriendo en la vida real, ni ha ocurrido todavía Porque Chávez estaba hablando de una “Revolución Bolivariana” continental que terminaría con la oligarquía, y contra el imperialismo Norteamericano, y de hecho estaba siguiendo Políticas económicas neoliberales, y otorgando las concesiones más ventajosas de la historia a las multinacionales petroleras norteamericanas.
En la política exterior entre otros actos reprochables, encontró una salida muy cómoda para entrar en conversaciones ante el mundo, con la guerrilla colombiana.
Desde el inicio de su gobierno, ha demostrado gran afinidad con la guerrilla colombiana la cual es marxista.
Esto otorga a la guerrilla marxista un refugio seguro con Chávez en Venezuela y una base logística que complica la labor del gobierno colombiano, utilizando la imagen humanitaria de mediador en el secuestro de políticos, para aumentar su poderío y así¬ de esa forma comenzar a ganar un escaño político en Colombia.
Como su Vil ego no le permite perder su escaño político en Colombia, ante el rechazo de los colombianos representados por el Presidente Uribe, rompe relaciones con ellos sin analizar las perdidas multimillonarias, seis mil millones de dólares que produce y deja sin empleo a unos cuantos miles de trabajadores. Con esto se fue al diablo su llamado Socialismo bolivariano.
Mario Arteta
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