La crisis económica por la que atraviesa el país ha provocado que algunos jóvenes abandonen sus estudios.
El regreso a clases presenciales luego de dos años de virtualidad por el COVID-19, no ha beneficiado a todos los estudiantes del nivel superior, muchos han decidido abandonar las carreras o cambiarse de modalidad para continuar con sus estudios.
Las estadísticas de deserción en el Instituto Tecnológico Superior Tsáchila subió del 8% al 15%, que, a decir del rector Estuardo Cevallos, el número se ha duplicado por lo que buscan estabilizar la situación.
Explicó que los alumnos ya estaban adaptados a la modalidad virtual, a muchos les favoreció buscar un trabajo o mudarse a su lugar de origen sea por factores económicos o por algún otro motivo.
Indicó que tanto alumnos como profesores deben volver a adaptarse a lo presencial. Antes de la pandemia el número de estudiantes matriculados oscilaba en los 3.300 y en la actualidad cuentan con 3.100.
Modalidad
Mientras tanto en la Universidad Regional Autónoma de los Andes (Uniandes), la situación es un poco diferente, los estudiantes no abandonaron sus estudios, llegaron a un acuerdo con las autoridades para cambiar de modalidad.
Freddy Cañizares, rector de la universidad, sostuvo que el centro de estudio tiene tres maneras de estudiar: mediante la presencialidad, híbrida y online.
Por razón de la pandemia, muchos de los estudiantes viajaron a otras provincias o se fueron al extranjero, lo que ocasionó los cambios. Esta situación solo se ha dado en alumnos que estudian la carrera de Derecho. Explicó que Medicina y Odontología son especialidades que son netamente presenciales.
Cañizares manifestó que de 10 a 12 fueron los cambios que han efectuado desde que regresaron a clases presenciales. Especificó que, siempre buscan el bienestar del alumno, también han ayudado para que puedan ser recibidos en otras sedes.
El dato
La deserción estudiantil se ha presentado en instituciones públicas y privadas.