Se promueve las costumbres de los tsáchilas mediante esculturas ubicadas en el centro cultural Mushily.
Varias esculturas que atraen energía y están ligadas a la cosmovisión de los tsáchilas se exhiben en el centro turístico Mushily.
Una enorme flor amarilla es lo que primero se observa al ingresar a uno de los espacios. Es un símbolo de atracción para la suerte.
Los turistas que visitan el lugar se toman fotografías con la flor, es llamativa por su forma y color.
Abraham Calazacón, quien dirige el centro turístico, indicó que es la flor reina y se la utilizaba mientras se realizaban los rituales para una renovación de energía.
Otra de las esculturas es la cabeza gigante que representa al espíritu de un poné que se perdió en la naturaleza. Esta imagen refleja la voz de aliento para que los proyectos de las personas y de los integrantes del centro no paren y sigan creciendo.
Un Payá u oso de montaña también forma parte de las estatuas, es el protector de la naturaleza, es decir es el rey. El animal aparece como guardián cuando una persona bebe la ayahuasca.
Otro monumento es la serpiente, que para los tsáchilas es el protector del poné; y, por último el escarabajo, animal que se conecta en los sueños.
Abraham comentó que en sueños este animal se le apareció en la palma de su mano, como muestra de que le va a ir bien en lo que promueva, en este caso en su emprendimiento turístico.
Bosque
En Mushily también buscan rescatar las plantas medicinales y de origen nativo, como las de achiote y los árboles de algodón.
De hecho, debido a estas dos plantas los tsáchilas decidieron bautizar al bosque con el nombre Mushily, que es la unión de dos palabras en tsáfiqui: Mu, que significa achiote, y shily, la corona de algodón que los tsáchilas se colocan sobre la cabeza.
Señaló que el bosque se ha preservado para evitar que se pierdan las tradiciones tsáchilas. Cada año realizan una campaña de reforestación de varias especies, como la del árbol que les provee de algodón.
El tsáchila afirmó que hace 100 años, aproximadamente, se dejó de sembrar ese árbol y por eso en la actualidad deben comprar en las farmacias algodón para tejer la corona. “Volvimos a sembrarlo porque nos preocupa que esa tradición se pierda en la etnia”, expresó.
Incluso los turistas que van a recorrer el bosque también ayudan a sembrar las semillas. (CT)
PROTECCIÓN. También preservan sus plantas ancestrales.
Reforestación
Una de las ventajas de la reforestación constante es que los animales regresan al bosque. Una de las especies que otra vez ha llegado al bosque Mushily es la culebra, que en el idioma tsáfiqui es conocida como sayamá.
El dato
Las esculturas son elaboradas con mezclas de papel, cartón, arena y cemento.
TOME NOTA
El centro cultural Mushily está ubicado en la comuna Chigüilpe, kilómetro 7 vía a Quevedo.