El Bombolí: un mirador que muestra la belleza de Santo Domingo

Junto a la Diócesis, varias instituciones trabajan por rescatar este ícono que se está opacando por la inseguridad.

Subir al cerro Bombolí a pie para muchos es un reto, otros lo hacen por deporte o devoción para visitar el Santuario de la Virgen de El Cisne. Mientras que los turistas llegan hasta la cima para  observar a la ciudad desde lo alto y ver su desarrollo.

Este ícono de Santo Domingo de a poco ha ido perdiendo su encanto, ante la ola de inseguridad que se vive. Por ello, la Diócesis de Santo Domingo, a través del padre Julio César Córdova, rector del Santuario, en coordinación con el Municipio y otras instituciones, trabajan por el rescate de este sitio turístico. 

El tercer domingo de cada mes se desarrolla el evento cultural: Bombolí, Fe y Cultura, en busca de cambiar la imagen y que se lo vuelva a considerar como un punto tranquilo y turístico.

El sacerdote Julio César está muy optimista y cree que de a poco se lo logrará. “Desde aquí se puede contemplar la belleza de Santo domingo, observar la imagen maternal de la virgencita y estar en sintonía con el Santísimo, es  un lugar que está abierto para todas las personas, pero queremos darle un estatus de lo que realmente es, un sitio turístico y de fe”, expuso.

EL DATO
Para diciembre se ha planificado encender la luz de Navidad, hacer un pesebre en movimiento junto con villancicos.

El Santuario

Su creación responde a la visita de la imagen de la Virgen de El Cisne a Santo Domingo, en 1993. Al ver la devoción de miles de personas, especialmente lojanos, quienes gestionaron para recibirla.

Seguidamente, se inició con la gestión para construir la infraestructura,  en 1995 se inauguró el Santuario. En ese entonces, Monseñor Emilio Lorenzo Stehle (+), obispo de la Diócesis, delegó la administración a la congregación de padres Misioneros Oblatos, siendo el rector el sacerdote Eduardo Rodríguez, quien hasta hace unos meses impulsó varias acciones a favor del Santuario. Ahora está al frente el padre Julio César Córdova.

El cerro

Es un atractivo natural por su impresionante belleza escénica. Es una ruta para hacer caminatas, deporte, pasar en familia y demostrar la fe.

Con el paso de los años, el piso de tierra fue cambiado por adoquines de colores, era un lugar seguro y el comercio empezó a florecer junto a la naturaleza que le rodea. En la subida se empezó a vender artesanías alusivas a la provincia, luego se incorporó imágenes religiosas.

El ingreso al mirador se encuentra al final de la calle Venezuela, en la cooperativa de vivienda Víctor Manuel López. (DLH)

Iniciativa 
En la nueva administración del Santuario se gestionan proyectos para fortalecer el turismo y la iglesia. Se trabaja en la ampliación de las instalaciones para ofrecer a los visitantes  el servicio de cafetería. Esta labor puede ser apoyada por instituciones o personas naturales.