Un nuevo florecer

Llega la hora de darle un respiro al forjar, de dar un receso al moldeo. Llega el momento de sembrar y, por qué no, jugar un poco a ser dioses, a crear un mundo más allá de siete días. Llega un instante para florecer.

La artista ecuatoriana Shirma Guayasamín está en etapa de florecimiento, recogiendo la siembra de su trabajo, donde deja de lado al hierro y su labor ceramista, donde le apuesta a nuevos materiales que le permiten ganar paciencia -algo que dice le falta-.

‘Floraciones singulares’ se llama su nueva cosecha, donde la fragilidad y la textura son predominantes en cada una de las obras desarrolladas.
Shirma juega con guaipes, hilos, finos alambres, silicona, acrílicos, cintas y sondas para construir una metáfora de la vida, de aferrarse a ella, de plantar bien las raíces.

Desde ayer, sus mangles, arbustos, corales, hojas y flores cuelgan y se plantan en la Galería ECX (Centro Comercial Paseo San Francisco de Cumbayá), en Quito.

Artista. En su taller, donde trabaja todas las mañanas y concibió ‘Floraciones singulares’.
Artista. En su taller, donde trabaja todas las mañanas y concibió ‘Floraciones singulares’.

Origen

Un tono melancólico, ese que siempre tiene su eco en la memoria, es el punto de origen. Un enorme ramaje evoca a unas fuertes raíces, tan fuertes como los deseos de su madre, la intelectual y escritora Luce DePeron, por vivir.

Las sondas, aquellas por donde corría el oxígeno para que DePeron respire y le haga frente a su enfisema pulmonar, están adheridas a sus ‘Floraciones singulares’.

EL DATO
El montaje fue realizado por Pily Estrada
Y ahí aparece un nuevo ‘soplo de vida’ de vida para Shirma, quien construye desde materiales delicados una obra tan frágil como la vida.

“Me encanta porque uso varios materiales, el espíritu de esta raíz es el metal, luego está el caucho de las mangueras y tiene cinta Scotch. Es linda porque juegas con luces y sombras: todo se complementa”, dice la artista.

Muestra. Se exhibe en la Galería ECX. (Foto: Cortesía Shirma Guayasamín)
Muestra. Se exhibe en la Galería ECX. (Foto: Cortesía Shirma Guayasamín)

Perspectiva

“Hablamos de una transición. Si miras las primeras obras de la serie tienen alma de metal, por ahí voy poniendo el cobre; pero quiero salirme del metal, quiero nuevas búsquedas”, comparte Shirma.

Esas búsquedas le llevan a la transparencia, una de las mayores preocupaciones que tiene hoy por hoy, además del movimiento y la textura.

“Es textura, sobre textura, sobre textura… una serie de capas, porque a la final todo nos recubre. Las obras tienen muchos planos porque quiero que el espectador contemple, mire con atención para que descubra”, sostiene.

TOME NOTA
La muestra permanecerá abierta hasta el 10 de abril de 2018. Así aparecen ‘Arbusto’, ‘Mata’ o ‘Gorgonia’ para este ejercicio de contemplación, que plantea “un proceso de irse descubriendo” a uno mismo.

También se trata de “un homenaje a la creación”, curiosamente, desde la artificialidad. “Claro, se evidencia mi amor por la naturaleza, pero a la vez estas obras son la antítesis de la misma, al momento en que uso plásticos y otros naturales, pero nos queda la sensación de que desde la creatividad podemos aproximarnos a su belleza”, reflexiona.

De esta manera, Shirma entrega una serie de especies artificiales, pero para nada cargada de artificios, pues la semilla de su compromiso se esparce en cada una de sus obras. (DVD)