Simplemente, Pessoa


Oswaldo Paz y Miño J.

“No conozco placer como el que deparan los libros, y eso que leo poco. Los libros son presentaciones hechas a los sueños, y no necesita presentación alguna de alguien, con la espontaneidad propia de la vida, entra en conversación con ellos.

Nunca pude leer un libro entregándome a él; siempre, a cada paso, el comentario de la inteligencia o la imaginación perturbo en la aprehensión de la secuencia narrativa. Al cabo de unos minutos era yo quien escribía y lo que estaba escrito no lo estaba en ninguna parte” (Pág. 372).


Pessoa viajero, metafísico, escritor de exteriores e interiores. ‘Lisboeta’ observador hasta el minimalismo de los temas de su ciudad y de las personas, de sus congéneres, acucioso caminante, crítico de su contenido personal, amante como ninguno de la capital de Portugal. Él es el grandioso escritor de las mejores palabras que se han hecho acerca de las pequeñas doctrinas de la soledad.


Creador maravilloso, lucido, maestro de los heterónimos, viajero impenitente de los caminos de la serpiente; es decir, de las rutas espirales, de las que llevan al ser de la oscuridad a la luz y de la luz a la oscuridad.


Fernando Pessoa es el escritor magnífico que hemos escogido para compartir con vosotros esta semana y, de él, su tomo referente, el fetiche de todo quien se declare ‘pessoano’: ‘El libro del desasosiego’ (Ediciones Emecé).


Pessoa, poeta que viajaba desde la heteronimia por lo trágico y lo enigmático; en recorridos de vida hacia otros seres, visibles e invisibles; a otras mentes, a distintos paisajes, a la pluralidad de personajes de sí mismo: todos en uno, surgidos para crear mucho, para interpretar y compartir algo del Todo, que es el sueño de los poetas.


Pessoa se desplazaba dentro de sus propios laberintos, algo que comprueba esta monumental obra, que es un “verdadero microcosmos de ideas y especulaciones filosóficas, estéticas, y literarias, observaciones sociológicas, máximas y aforismos, el libro es una fuente de sabiduría conmovedora. Leer las meditaciones de Pessoa es descubrir un alma de una lucidez impresionante, capaz de asumir a la vez el desamparo, la banalidad y la belleza inefable de la existencia humana. Un libro de cabecera de toda la vida”.


El poeta vivenciaba su filosofía trágica, sus ilusiones, sus alegrías melancólicas en Lisboa, que marcó la arquitectura del hombre, y él marcó la arquitectura de la Lisboa, así como las razones del Fado, del sentimiento, lo que hace ‘La geometría del abismo’, la Saudade, el círculo, la figura perfecta que inicia en el mismo punto en que termina.


En el pensamiento del palabrista que trasciende al ser espiritualista fundido en el conocimiento preclaro de la tradición y los misterios de las sociedades secretas -en las que trabajaba, ya que era columnista de los constructores antiguos y aceptados creadores de luz-.


‘El libro del desasosiego’, notas sobre lo expresivo y lo oprimente, sobre la desgarradura y la literatura en poesía y misterio. La obra iniciática de Pessoa, accesible para lograr acercamientos a su doctrina.


Los que la tengan por vez primera, nutrirán a la Cadena de la Unión Pessoana, lo que implica continuar el proceso alquímico que él representaba: el de transformar al hombre en mejor Ser a través de la literatura.

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Perfil
Fernando Pessoa

°Escritor portugués (Lisboa, 1888-1935), considerado como uno de los autores más importantes de la literatura universal y un referente de las letras portuguesas.

°Multifacético, es conocido por el escribir de acuerdo con su abanico de personajes que alternaba bajo varios estilos y heterónimos, donde aparecen nombre como Alberto Caeiro, Álvaro de Campos, Bernardo Soares, Ricardo Reis, entre otros.

«Él es el grandioso escritor de las mejores palabras que se han hecho acerca de las pequeñas doctrinas de la soledad”.