Monserrath Astudillo: ‘Un camino bien caminado’

Monserrath Astudillo sale del escenario tras dos funciones seguidas de su obra ‘Les juro que es mi primera vez’, con la que se inició en el ‘stand up comedy’ hace casi 10 años. En menos de 10 minutos, el despampanante vestido negro y el maquillaje de diva -que usó en escena- desaparecen.

Así, da paso a la otra ‘Monse’, enfundada en un saco de lana verde, con el cabello sujeto en una coleta y unos jeans rotos.

Mientras espera a que el mesero traiga lo que, para ella que acaba de llegar de Cuenca, será su almuerzo ya entrada la noche, Monserrath cuenta que en esa primera vez no le fue bien.

Alentada por la admiración que sentía por el trabajo del artista Jaime Andrés López, Astudillo se aventó a escribir su primer ‘stand up’ y lo presentó en su natal Cuenca.

Tal y como inicia su monólogo, “la primera vez siempre es dolorosa”. “Me fue pésimo –recuerda-, traté de copiar el estilo de un humor medio gringo, pero no me fue bien. Luego dije: ‘tengo que ser más yo, porque a la gente le gusta lo que soy’.

ACTUACIÓN. La carrera de Astudillo inició a sus 18 años, durante su época de universitaria.
ACTUACIÓN. La carrera de Astudillo inició a sus 18 años, durante su época de universitaria.

¿Y quién es Monserrath Astudillo? Hace 25 años, era una joven de 18 que tenía muy claro lo que quería hacer de su vida: actuar. Aunque no existieran escuelas de arte dramático en su ciudad, Astudillo inició su formación artística paralelamente a sus estudios en Comunicación Social, en la Universidad del Azuay.

Creo que falta bastante para que la gente entienda que eres un profesional y que el arte es importante. El arte es la cara de un país, de una sociedad”. Monserrath Astudillo, actriz y dramaturga.

Apenas ingresó a la universidad, conformó un grupo de teatro con los directores Diego Carrasco y Rafael Estrella, con quienes montó su primera obra: ‘Yo vine para preguntar’.

“Entonces ya consideré que esa era mi carrera, desde ahí puedo decir que soy actriz”.

Terminada su carrera, Astudillo se mudó a Quito y continuó con su formación actoral en la Escuela de Teatro Malayerba y en otros colectivos como El Teatro del Cronopio, Los Perros Callejeros y la Escuela de Mimo de Pepe Bacas.

¿De dónde surge esa convicción de dedicarse al teatro y a la comedia?

Eso es algo que siempre ha estado, desde que tengo uso de memoria. Siempre ha sido parte de mi carácter. Claro que esa es mi profesión, no es que el resto del día paso así. Pero es algo que está integrado en mí, que también es herencia de mi mamá que siempre tuvo un carácter juguetón, histriónico.

¿Por qué decidió estudiar Comunicación?

En Cuenca no había escuelas de teatro, lo más cercano con lo que yo podía comunicar era con esa carrera. Después se afinó y fue muy productivo, las dos cosas han sido muy cercanas. El arte es una forma de comunicación, entonces no escogí algo muy lejano de lo que hago ahora.

¿Cómo reaccionó su familia cuando decidió mudarse a Quito a estudiar teatro?

Al principio no estaban de acuerdo, porque no creían que esto era algo que podía ser una profesión. Más bien pensaban que era como un arranque mío, una afición temporal. Luego se fueron dando cuenta de que sí es algo para lo que soy buena y ahora evidentemente tienen otra opinión.

DIVERSIÓN. Con base en experiencias comunes, Astudillo invita al público a reírse de sí mismo.
DIVERSIÓN. Con base en experiencias comunes, Astudillo invita al público a reírse de sí mismo.

Astudillo se considera una tallerista de profesión. De su paso por numerosos talleres de teatro, tanto en el país como en Argentina, donde vivió durante un año, Astudillo sostiene que cada experiencia fue un paso para convertirse en la actriz que hoy es.

“Todo ha sido un aporte, un aprendizaje. Hoy son parte del bagaje de herramientas que uso en los trabajos que hago. Creo que ha sido un camino muy bien caminado”. Entre otros cursos que su curiosidad insaciable la llevó a tomar están la danza ‘contact’, música e incluso astrología.

No obstante, el reconocimiento a su trabajo no llegaría sino hasta su incursión en la televisión, en la que tuvo destacables papeles en series y telenovelas como ‘Esta gente es una vaina’, ‘La Tribula’, ‘Las mujeres de Pocholo’, ‘Canta si puedes’, ‘El exitoso licenciado Cardoso’ e ‘Historias personales’.

Su participación como ‘La Luchita’ en la serie cómica ‘Las Zuquillo’ la catapultó a la fama, con lo que Astudillo tuvo que enfrentarse al reto de seguir con su vida normal en medio del demandante mundo de la ‘TV’.

¿Cómo compaginó el volverse famosa con seguir siendo usted misma, tener su vida personal, sus responsabilidades de madre…?

Nunca hice mi profesión pensando en eso, ese no fue mi propósito de vida. Fue una consecuencia, más bien, del trabajo. A mí me encantan las cámaras, la ‘TV’ me mostró otra faceta mía, igual que el cine, la radio, las otras cosas que hice. Simplemente fueron enriqueciéndome, fueron oportunidades.

Obviamente, la televisión es una pantalla masiva. En un momento determinado sí fue un escalón para que la gente conociera mi trabajo. Hoy en día no necesito estar en la ‘TV’, porque la gente ya conoce mi trabajo.

No es el medio en donde más me encanta estar. Es competitivo, no es muy saludable sicológicamente hablando, no se consideran mucho los tiempos de las personas. Como actriz independiente manejo mis tiempos, mis espacios, me he ganado a pulso todo lo que tengo y creo que ahora tengo la potestad de elegir y equivocarme.

¿Qué papeles de su trayectoria profesional son los que más le han marcado?

Lo que me marcó y por lo que la gente me ha reconocido es por el papel en ‘Las Zuquillo’, ese ha sido el papel clave con el que la gente dijo ‘ah, qué bestia, quién es ella’. Obviamente me encantó interpretar ese personaje, pero creo que todos los personajes, como salen de mí, son una partecita de la ‘Monse’ que sale a decir algo.

Escribir mis guiones, mis propias historias, es súper importante, porque son experiencias que transmito y que, además, a todo el mundo le pasa. La gente se identifica y eso es maravilloso. La risa te sana y la gente se conecta. Para mí, más que un trabajo es una misión.

Monserrath Astudillo volvió a las tablas con fuerza imparable. Con tres monólogos y cuatro obras de ‘stand up’ de su autoría, la actriz llega a sus 25 años de carrera actoral con el reconocimiento y el cariño sincero de su público.

Con soltura y picardía, Astudillo arranca la risa de los espectadores hasta con el tema más peliagudo. El desastre de esa ‘primera vez’ no fue más que un tropiezo en el prolífico camino que la ‘Monse’ ha forjado con esfuerzo y dedicación, pero, sobre todo, con amor al arte.

Por la celebración de sus bodas de plata con el escenario, la actriz presenta un ‘remake’ de sus mejores obras. ‘Sexo en paz 1’, ‘Miss tetas lo dicen todo’ y ‘El cadáver de mi ex’ estarán en cartelera durante 10 semanas en el Patio de Comedias desde el 11 de abril. (AA)