La incesante creación del detalle

La incesante creación del detalle
Sonia Rosales

La incesante creación del detalle

Maytté Gavilanes Martínez

Son casi las 18:00. La tarde está un poco fría. En el Parque Velasco, los árboles se mueven cadenciosos en el invierno quiteño. Sonia Rosales se acerca presurosa. Sonríe. Muestra varios de los catálogos de sus exposiciones de arte: su obra es tan rica como profunda.


Mientras caminamos, habla sobre su vida, su formación en China, su práctica pictórica. Ella, desde muy pequeña, sabía que su camino era el arte y fue fiel a ese llamado. Estudió Artes Plásticas en la Facultad de Artes de la Universidad Central del Ecuador y complementó sus estudios con postgrados en China: esta experiencia marcó su vida.

¿Quién es Sonia Rosales?


Soy algunas cosas, y en otras estoy conociéndome… Algo que me define es el arte, que es algo fundamental de mí ser. Tengo 53 años y desde que recuerdo la mayoría de mi vida ha estado dedicada a la pintura. Desde los 8 años dibujaba y escribía poesía. Mis padres me ayudaron a publicar mi primer libro de dibujo. ¡También soy vegetariana!

¿Por qué es necesario el arte en la vida?


El arte es trascendental para el ser humano, porque nos sacude el alma. Mi aporte al mundo es desde el arte. Estoy convencida de que, desde mi pintura, invito a las personas a verse e interiorizar sobre sí mismos.

¿Qué significó China?


Cuando acabé mi carrera quise especializarme. Fui al IECE buscando una beca en Artes. Me imaginaba ir a Francia u otro país de Europa, pero en ese momento China era el único país que ofertaba estudios en Artes Plásticas. ¡A mí me pareció fantástico! Presenté mis papeles y obtuve mi beca. Viví en China siete años, hice dos especializaciones y regresé al Ecuador. Después de dos años apliqué nuevamente a otro programa para iniciar mi maestría en Pintura Tradicional China. Allí comprendí que la vida te empuja a los lugares en donde debes estar. En China, en la Universidad de Lenguas de Beijing, estudié el idioma y aspectos generales de la cultura. Un año después inicié mis estudios en la Academia de Bellas Artes, en la misma ciudad. China fue un reencuentro con un algo muy profundo: fue un retornar a la esencia que me permitía fluir como pez en el agua.

¿Qué ocurrió el 4 de junio de 1989?


1989 fue un año muy difícil para China. Entre los meses de abril y junio hubo muchas protestas lideradas por estudiantes y otros sectores de la población, que se oponían a la represión y corrupción del Partido Comunista. Cada día las marchas se incrementaban y muchos más sectores se sumaban. En la Academia de Bellas Artes, la mayoría de estudiantes elaboraron una escultura inmensa, que representaba a la diosa Libertad. Hasta ese día, las protestas habían transcurrido con cierta calma. El día en que la escultura salió a la manifestación, fue una verdadera fiesta para los estudiantes, fue un acto simbólico. El 4 de junio, el tumulto fue mayor. El Gobierno había ordenado reprimir las manifestaciones con violencia, sin importar las consecuencias. El Hospital Chengdú Yiyuan, que estaba junto a la Academia de Bellas Artes, recibía los cientos de heridos. ¡Reinaba el caos! Disparos. Gritos. Muertos. ¡Todos corríamos peligro! En la Academia habíamos dos ecuatorianas. A pesar de los acontecimientos, la Embajada de Ecuador no fue diligente. Con mucho temor, en medio de un tiroteo permanente y militares custodiando, logramos ir en bicicleta al Consulado de Ecuador que nos acogió por unos días, junto a otros compatriotas. La mayoría de estudiantes extranjeros volvieron a sus países, con mi compañera ecuatoriana decidimos
quedarnos.

¿Qué pinta Sonia Rosales?


Me intriga el alma del ser humano, los niños. He pintado niños y adultos. Creo que los adultos no deben perder su magia. Cuando me convertí en madre y asumí a mi hija sola, pinté a la mujer como eje de mi arte: quise reflejar en mis obras sus luchas, su valentía, su fuerza y su quehacer en el mundo. Soy mujer y admiro la fuerza transformadora de lo femenino. Vivo en San Marcos, una fuente de inspiración inagotable, no solo por el paisaje, sino por las personas que allí moran. Ahora, mi inspiración gira en torno a la naturaleza, a las plantas. Me interesa reflejar la influencia de la vegetación en la vida de los seres humanos.

¿Su evolución artística?


Cuando empecé a estudiar, me cautivó el expresionismo chino, una técnica que usa la tinta china sobre papel de arroz. La pintura expresionista permite que la emoción invada al artista, y me permitió adentrarme en la sociedad china. En mi búsqueda descubrí el gongbi, conocida como pintura de detalle, que trabaja con pigmentos naturales y tinta y que desarrolla permanencia y paciencia en el trabajo. Me identifico mucho con esta técnica, por ser muy cercana a mi naturaleza.

¿Qué significa el vacío en sus obras?


El vacío en una pintura es trascendente. Es el espacio que permite al espectador hablar. Los vacíos son necesarios para que la subjetividad pueda expresarse.

¿Para quién pinta?


Aunque suene egoísta, pinto para mí.

¿Es posible vivir del arte?


¡Yo sí puedo vivir del arte! ¡Pintar es como respirar! No me concibo sin mi pintura, no sabría qué hacer sin ella. Yo no pinto para vender ni agradar: pinto por una necesidad vital. Vivo austeramente, pero vivo del arte.

¿Su obra es comercial?


El vender mi obra nada tiene que ver con el éxito. Comercializar tu arte no te da autonomía. Mi obra no responde a los intereses del mercado. Comprendí que la vida me regala tiempo y libertad, y eso es fundamental en mi creación. No permito que ninguna institución o persona me diga lo que tengo que hacer. Me comparo con una planta silvestre, me siento como un paraje aún no descubierto.

Para cerrar, ¿qué le ha enseñado la docencia?


Dar clases es un aprendizaje. Desde hace 10 años trabajo en la Fundación El Triángulo como maestra de Arte para niños y jóvenes con Síndrome de Down. Gracias a ellos aprendí a despojarme del perfeccionismo que tenía: intuí que es mejor un trazo libre, a mano alzada. Las personas con Síndrome de Down son muy valiosas y son potenciales artistas. ¡Toda discapacidad, tiene otras capacidades!
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TOME NOTA

Puede visitar su estudio y muestra permanente en: Junín E2-143 y Almeida, San Marcos (Centro Histórico de Quito).

«Me comparo con una planta silvestre, me siento como un paraje aún no descubierto”.


Artista
En detalle

° Nace en Quito, en 1962.

° Tiene una licenciatura en Artes por la Universidad Central del Ecuador.

° Posee una maestría en Pintura Tradicional China.

° Obtuvo el Premio a la Excelencia en Pintura, Museo de Bellas Artes de China (1995).

«Vivo austeramente, pero vivo del arte”.