Por Karla Jaramillo Puertas
En esta ocasión, mi sobrina escogió el libro: ‘La vuelta al mundo en 80 días’, de Julio Verne. Nos adentramos en la lectura, aprovechando mi estancia en el Valle de Vilcabamba, en Loja.
Ahí, las largas y placenteras horas de lectura nos transportaron a los lugares que recorrió el londinense Phileas Fogg a fin de ganar la apuesta realizada con sus amigos del Reform Club, quienes argumentaban que era imposible dar la vuelta al mundo en tan poco tiempo.
Sin embargo, Fogg aseguraba que los 80 días incluían imprevistos, es decir: “el mal tiempo, los vientos contrarios, los naufragios, los descarrilamientos”. Es así que el 2 de octubre empezó la travesía.
Personajes
Phileas realiza el viaje con su ayudante, el francés Jean Picaporte, apodo puesto por su “natural aptitud para salir de todo apuro”. A lo largo de la novela, no solo salva de aprietos a su jefe, sino que lo mete en otros.
A ellos se une el Detective Fix, quien sospecha que Fogg es autor del robo de 55.000 libras esterlinas al Banco de Inglaterra, ocurrido pocos días antes de su partida.
A la mitad de la obra se les une Auda, joven india quien debía ser quemada viva junto con su difunto marido. Gracias a las maniobras de Picaporte, es salvada.
La aventura
Cabe resaltar la fortuna que invirtió Fogg en la travesía; no precisamente en pasajes, alojamiento o alimentación, sino en los chantajes que tuvo que realizar para adelantar un recorrido o comprar el transporte en el que tenían que movilizarse.
Por ejemplo, por el alquiler de la embarcación llamada ‘Enriqueta’, tuvo que pagar 8.000 dólares (solo por un par de horas) y al final tuvo que adquirirla por 60.000 dólares; valor extremadamente elevado para lo que costaba en realidad.
Todo lo que fui capaz de imaginar, otros serán capaces de realizarlo”. Julio Verne, escritor.
El periplo lo realizan en barco, ferrocarril, y hasta en trineos y elefante. Todo, con tal de cumplir los tiempos establecidos y ganar la apuesta de 20.000 libras esterlinas.
La vuelta al mundo va de Londres a Suez, a Bombay, Calcuta, Hong Kong, Yokohama, San Francisco, Nueva York y de vuelta a Londres. Lugares en los que no recorren los sitios turísticos. Solo llegan y enseguida embarcan para continuar su travesía.
Finalmente, el viaje dura 79 días, ya que “por cada grado que recorría, el día se acortaba en cuatro minutos. Al completar la vuelta al mundo, es decir, al recorrer 360 grados, sus días de viaje se habían reducido en 1440 minutos, exactamente 24 horas”. De esta manera, Phileas gana su apuesta. Se presenta, el sábado 21 de diciembre, a las 20:45, en el Reform Club.
Y así, entre agua, espuma y lecturas, concluyó el libro y el Carnaval, con la satisfacción de leer a uno de los clásicos de la literatura y la compañía de mi sobrina.
Julio Verne
(1828 – 1905)
Publicó 65 novelas, 20 relatos cortos y 30 piezas de teatro, entre comedias, dramas, óperas y operetas, así como 2 relatos geográficos.
Verne es catalogado como el padre de la ciencia ficción moderna, ya que varias de sus novelas relatan los avances tecnológicos que se crearían posteriormente, como los cohetes espaciales, submarinos, helicópteros y el aire acondicionado.
Era un lector obsesivo de revistas científicas y geográficas, sostenía que cada dato contenido en sus obras `ha sido examinado al detalle y es rigurosamente exacto’.
Fue traducido a 112 idiomas y varios de sus libros han sido llevados al cine; entre ellos: ‘Viaje al centro de la Tierra’, ‘20.000 leguas de viaje submarino’ y ‘Viaje a la luna’.