Su admiración por el cantante estadounidense Michael Jackson llevó a José Luis Freire a crear un estudio ambientado en su carrera y convertirla en su base de motivación.
El artista, quien se abrió camino a ritmo de dancehall y R&B, se siente a gusto con su trabajo y considera que ha tenido buena aceptación del público porque sus temas, además de tener un sonido capaz de penetrar hasta los más duros sentidos, contienen letra romántica, en su mayoría, basada en historias personales.
En la actualidad, el artista cuenta con dos discos y ya piensa en un tercero que espera culminar el próximo año. El material lo abrirá con los sencillos ‘Quédate’ y ‘Karma’ los cuales tiene previsto estrenar la segunda semana de enero.
Ambas canciones son una secuencia, según comenta el cantante que aspira contagiar a otros artistas a hacer posible sus sueños, sin importar el costo. “Hay ocasiones que se piensa que hacer música en el país es imposible, pero todo es la constancia y poner mucho amor a lo que se hace”, dijo.
“Los dos temas llevan similitud. Uno habla del sentimiento que tiene hacia su novia a quien perdona pese a los errores y le pide que se quede. Y el otro, relata lo que le tocó vivir a esa persona tras haberlo despreciado”, comentó el artista que trabaja mucho con las redes sociales para lograr con su música “traspasar fronteras”.
“En 2018 se vienen grandes oportunidades y espero seguir creciendo. Hasta el momento me siento complacido que haya interés en mis canciones”, agregó.
Desde pequeño, en el colegio Alemán Humboldt, participó en los coros infantiles y presentaciones de grupos musicales, llegó a ser el solista del grupo del colegio. También aprendió a tocar algunos instrumentos de percusión. Además, este cantautor se interesó por el teatro y tomó clases de actuación en el Teatro Centro de Arte, a los 11 años.
La música siempre ha estado presente en la familia. Su padre fue violonchelista de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil; Pablo y Federico, sus hermanos, son los miembros fundadores de Los Brigante, conocida banda guayaquileña de rock.
Recibió clases de canto lírico y guitarra clásica en el Conservatorio Superior de Música Rimsky Korsakov, hasta que en 2004 viajó a Estados Unidos con una beca musical para un año. (JCL)