Por Bryan Flores
Si eres apasionado del deporte, sea cual sea la disciplina de tu preferencia, esta afición no tiene por qué quedar limitada solamente a tus ratos libres. Si lo que quieres es estudiar una carrera afín, conoce algunas historias de vida que ejemplifican los trabajos en la denominada ‘industria del deporte’.
El patinaje artístico
° Farah Navas, entrenadora de patinaje artístico, cuenta lo difícil que fue llegar a donde está hoy. La actitud de la deportista demuestra las ganas de seguir cosechando títulos. Inició en este mundo a los 8 años. Fue campeona nacional seis años consecutivos. A los 17 ya era instructora de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP). “Fue muy difícil culminar mi bachillerato y ser entrenadora”, señala.
Navas relata que en el país existen diferentes clubes de patinaje artístico. Los principales se encuentran en Guayaquil, Quito y Cuenca. Para llegar a ser entrenadora siguió varios cursos de nivel internacional. El último fue en Guayaquil el año pasado, el cual acreditó a los asistentes la posibilidad de que sus entrenados compitan a escala nacional.
Con 20 años, la deportista estudia negocios internacionales en la Universidad Internacional del Ecuador y continúa dando clases en la CDP. Como instructora consiguió que varias de sus dirigidas alcancen medallas de oro en los campeonatos nacionales, haciéndola la más joven del país en obtener este gran logro. Además participó como juez en el ‘Open internacional patinaje artístico 2017’, que se realizó en Cuenca , donde estuvieron presentes países como Chile, Argentina, Panamá y Colombia.
¿Cómo? y ¿dónde?
Si quieres practicar este deporte necesitas mallas y patines especiales y todas las ganas de aprender.
En Quito las clases son en el patinódromo de la CDP, detrás del estadio Olímpico Atahualpa, los lunes, miércoles y viernes de 17:30 a 19:00 y sábados de 09:00 a 10:30.
Para ser DT
° Eduardo Villota es licenciado en educación física, graduado en la Universidad Central del Ecuador. Con 28 años, también es director técnico, título que obtuvo en la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Esta carrera puede tardar de 8 a 10 semestres, perfecta para quienes buscan combinar el deporte con la vocación de docente. Los egresados de educación física se diferencian del resto por su formación pedagógica y gozan de una mayor oportunidad laboral vinculada al deporte.
En el caso de Villota, siempre tuvo una vida deportiva, jugó en el Aucas desde los 10 años, debutó a los 17 y formó parte de la Selección ecuatoriana hasta la Sub 20. Se retiró del fútbol profesional a los 24, abriéndose espacio en el mundo de los directores técnicos.
Estuvo por 3 años en el cuerpo técnico de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE) -equipo en el cual también jugó-. Ganó el torneo de segunda categoría de Pichincha (2013) y en dos ocasiones con la Sub 18 (2016-2017) como asistente técnico del DT Wilman Patiño.
“Seguía las dos carreras al mismo tiempo, todo ese sacrificio ahora se ve reflejado”, indica el profesional. Quiere realizar una maestría en el extranjero para adquirir más experiencia.
El baile de la vida°
Natalia Pazmiño, de 34 años, es entrenadora de bailoterapia al norte de Quito. A los 17 entró por primera vez a un gimnasio, sin saber que se convertiría en su sitio de trabajo.
Su pasión por el deporte se demuestra cuando a los 33 años quiso transmitir a los demás todo lo practiado durante estos años. Para lograrlo siguió un curso de 7 meses que le permitió ser instructora. Aprendió varias técnicas, la reacción y soporte del cuerpo humano en cuanto a los ejercicios y el dinamismo que debe tener un entrenador para guiar a sus dirigidos.
En la actualidad tiene varias alumnas que siguen sus pasos para superarse cada día.
Cuenta con todo el apoyo de su familia. “Ellos siempre me han apoyado y se sienten orgullosos”, dice la deportista.
“La bailoterapia es vida, el ejercicio te quita el estrés. La clave es divertirse”, agrega
Existen varios centros de capacitación para ser entrenadora de bailoterapia. Depende de ti si quieres superarte al igual que Natalia Pazmiño.
Un sueño cumplido
° Margarita Pico, de 43 años, forjó su anhelo desde temprana edad. “Mi sueño siempre fue ser una especialista en el deporte”. Con 12 años ingresó a la Federación Olímpica de Tungurahua a practicar lucha. Logró cuatro campeonatos nacionales consecutivos, formó parte de la selección de lucha ecuatoriana, fue campeona sudamericana, panamericana y bolivariana. En 2005 participó en su última competencia en Armenia (Colombia), donde ocupó el segundo lugar. Después se convirtió en entrenadora de esta disciplina, siendo la primera mujer en conseguirlo.
Estudió medicina y se especializó en cirugía. Luego siguió un posgrado en medicina deportiva en la Universidad Católica del Ecuador. “Agradezco mucho a esta universidad, sobre todo a mis profesores que me dieron la oportunidad de estudiar y trabajar al mismo tiempo”.
Viajó a Estados Unidos a cursar entrenamiento deportivo con especialidad en lucha olímpica. Regresó al país y continuó sus estudios en la Universidad Técnica de Ambato, graduándose como licenciada en educación física.
Al ser la única mujer de Tungurahua en estudiar medicina deportiva, el ingeniero Miller Salazar propuso a la doctora que formara parte del cuerpo médico del club Macará. “Trabajo en el club desde hace 6 años y espero hacerlo hasta que Dios me lo permita”, comentó.
En la actualidad es directora del hospital básico de Píllaro y delegada de salud hacia el directorio de la Federación Olímpica de Tungurahua. “Estar vinculada en la Federación me ha permitido tratar a pacientes de diferentes ramas deportivas”, explicó Pico.
Gran ejemplo de mujer, deportista y médico, abrió las puertas para que más jóvenes se interesen por el campo deportivo.