Almeida y su travesía andina

Almeida y su travesía andina
Almeida y su travesía andina

Almeida y su travesía andina

Damián De la Torre Ayora

“Háblame en esta oreja, porque de la otra ya estoy sordo. También estoy medio ciego. Pero, guagüito, todavía sigo pintando”. Así iniciaba una charla Gilberto Almeida (San Antonio de Ibarra, 1928-2015) a sus 85 años de edad para una nota en este mismo medio (Artes, 15/09/2013). Y con su sentido del humor dejaba en claro que también podía plasmar con las palabras.


Parecería que no queda más por decir de este artista, quien, sin duda, es uno de los grandes referentes de la plástica ecuatoriana. Pero el no decir nada sería olvidarse de su enorme legado, ese que lo convirtió en un crítico y vanguardista y que lo posicionó como figura clave en los 60’ y 70’ cuando retó al sistema con el Grupo VAN.


Es por eso que resulta gratificante la edición –sobria y en tapa dura- presentada por la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) Núcleo Imbabura, titulada ‘Gilberto Almeida y sus caminantes de los Andes’, donde se reúnen algunas de sus obras, transformándose en una galería para la posteridad.

En la misma, también se encuentran una serie de textos que permiten acercarnos a su propuesta estética, lo que quiere decir que es una forma de acercarse a su faceta artística.


Marco Antonio Rodríguez –quien da nombre al libro con el título de su ensayo-, Inés Flores, Marcelo Valdospinos, José Villarreal Miranda dan su mirada. A esto se suma la presentación que hace Luis Fernando Revelo, presidente de la CCE Imbabura, quien lo define como “alma máter del ingenio y del arte sublime, su mano primorosa y sus mágicos pinceles tuvieron las reverberaciones del genio”.

[email protected]

Almeida y su travesía andina