Justicia para todos

Es una de las 40 películas del ícono cultural hollywoodense Al Pacino (1979) y dirige Norman Jewinson (El violinista en el Tejado/1971). El abogado de Baltimore arremete contra uno de los jueces corruptos acusado de maltarato a una joven. El periodista neoyorquino Lawrence Grobel lo entrevista y publica su biografía en Conversaciones con Al Pacino. Luego de ocho nominaciones al Oscar, Perfume de Mujer (1992) lo consagra. El Padrino convierte a Al Pacino, que interpreta a Michael Corleone, en el símbolo clásico del cine moderno.

El filme y el periodismo se conectan en el caso ‘Sobornos 2012-2016’: Fernando Villavicencio y Cristian Zurita publican ‘Arroz Verde’ y toma la posta penal la Fiscal Diana Salazar, que acusa al expersidente Rafael Correa por cohecho, por ser el instigador de los contratos con Odebrecht y empresas privadas para apoyar campañas de AP. La privación de derechos electorales y pensiones vitalicias son ratificadas por el tribunal de Casación y deberá ir al calabozo por ocho años, incluye a coautores (Glas) y 15 involucrados.

Para Villavicencio es la puerta del infierno: hay 34 casos penales en etapa inicial de investigación previa de carácter reservado. Se ha denominado ‘el juicio de la historia’. Es sentimental y metafórico como mira Pacino a Antón Chéjov y profundamente humano como Shakespeare: Richard III del teatro pasó al filme Looking for Richard (1996). El método de Konstantín Stanislawski de Pacino y la ética periódistica son histriónicos en el filme y en la opinión pública. Para no ser perseguidos con la edición de Arroz Verde; Villavivencio viajó a Lima y Zurita a Estados Unidos. La labor de la Fiscal Salar fue abrumante.

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