La Mejor Colada Morada, por segundo año consecutivo, está en San Roque.

Personaje. Tania sirve con una sonrisa los vasos de su premiada colada morada.
Personaje. Tania sirve con una sonrisa los vasos de su premiada colada morada.

De las manos de una joven comerciante de San Roque sale una receta imbatible.

Tania Guamán sonríe tímidamente mientras atiende con esmero a los clientes que se acercan a su puesto en el Mercado de San Roque, en el Centro Histórico. Su colada morada, con la receta y la tradición heredada de su madre y abuelos, ganó por segundo año consecutivo el primer lugar como la más rica de los mercados de Quito.

Apenas tiene 23 años, pero ya lleva preparando por más de una década la tradicional bebida del Día de los Difuntos. Cuando todavía era una niña, su madre le enseñó, con la paciencia y la sabiduría de campo, los secretos de una colada morada para chuparse los dedos.

“Nosotros somos de Colta, más específicamente de Columba, en Chimborazo. En mi familia la preparación de la colada morada siempre ha sido una tradición, una forma sencilla y sabrosa de recordar a los muertos y dar gracias a la vida”, comenta Guamán.

Además, sin poder evitar que se le corte la voz y se le llene de agua la mirada, confesiesa que cada año, mientras elabora la ‘moradita’, se acuerda de su hermano menor, quien murió a los 8 años tras ser atropellado.

“Él es como mi ángel protector, junto con las enseñanzas de mis mayores, son los motores que guían mis manos para hacer la mejor bebida del Día de los Difuntos. El amor, el agradecimiento a Dios y mis raíces son los verdaderos secretos de mi colada”, confiesa Guamán.

En olla de barro

Además de conseguir los ingredientes más frescos y tiernos, Guamán cuenta que el sabor de su colada morada se completa con una prolija cocción a leña y en olla de barro. “Los sabores y los aromas se mezclan y complementan mejor”, apunta.

Las mejores frutas, indispensables para la preparación, como mortiño, guayaba, piña, mora, babaco o frutilla, las consigue el día anterior en el mismo mercado de San Roque. “La preparación comienza la tarde anterior y se remata muy temprano a la mañana siguiente”, refiere.

Guamán aclara que el toque final de su colada morada es el acompañante. Aunque ofrece las tradicionales guaguas de pan, su binomio ganador es una rica tortilla de queso hecha en tiesto.

Madrugadora

A las 03:00 Guamán se levanta llena de esperanza y con fuerza para iniciar una extensa jornada. Luego de 30 minutos ya está en su puesto del mercado, preparando las delicias que le ofrecerá a sus clientes.

EL DATO
Tania Guamán recibe un promedio de 500 clientes por día en su puesto del mercado de San Roque.A las 05:00 comienzan a llegar los comensales para, durante la mayoría del año, comer variados y suculentos desayunos y por estas fechas, para tomarse con placer hasta la última gota de la mejor colada morada de los mercados de la ciudad.

A pesar de que apenas tiene su puesto por tres años en San Roque, Guamán cuenta con orgullo que tiene clientes que son fieles. Además recibe pedidos de instituciones, escuelas y colegios.

“Cada vez que inicia la temporada de la colada morada, el trabajo aumenta y eso me pone muy contenta. Mi esposo, cuñados y hermanos me ayudan a atender a los clientes y a que no se quede ningún pedido”, sostiene.

Agradecida y con un gran sueño

Guamán se sonroja cuando le preguntan si concursará el siguiente año. “No estoy segura, pero si me gustaría agradecer a Dios, a mi familia y a los agricultores del país. Sin el trabajo de los campesinos no tendría los productos de calidad para hacer la colada morada”, asevera.

Además, con una alegría infantil, comenta que uno de sus más grandes sueños es estudiar gastronomía y tener el título de chef profesional. “Todavía estoy joven y no pierdo la esperanza de que se dé la oportunidad”, concluye. (JS)