Quito tiene hermosa naturaleza

ATENCIÓN. El gorrión de Quito puede estar en tu ventana arrullándote con su suave canto.
ATENCIÓN. El gorrión de Quito puede estar en tu ventana arrullándote con su suave canto.

Una mirada a lo natural te permitirá enamorarte más de la capital y de sus alrededores.


En estas fechas puedes disfrutar de agradables caminatas con la familia, respirando aire puro y conociendo la flora y fauna. Y es que la ‘Carita de Dios’ tiene maravillosas aves, inigualables plantas como las orquídeas y hermosos bosques y reservas ecológicas como Yunguilla, Pululahua, Mashpi, Guaycuyacu, Saguangal, Pachijal, y el Cerro las Puntas, entre otros, donde pumas, osos de anteojos, aves y más son sus habitantes.


¡Listos!, entonces empieza el recorrido.

Aves a la vista


¿Sabías que solo en la zona urbana de la capital hay 120 especies de aves? ¿Y que en todo el Distrito Metropolinano hay 550? Así es. Juan Manuel Carrión, director del Zoo de Quito, habla de tórtolas, mirlos, guirachuros, quilicos, golondrinas y quindes que se observan en los mismos jardines de sus casas.


Y si no tienes jardín, dirígete a los parques metropolitanos Guangüiltagua y del sur, el Itchimbía, el Rumipamba de la Mariana de Jesús o el Cuscungo, en San José de Monjas, el Jardín Botánico y el Zoo de Guayllabamba, donde, con buena vista, silencio y mucha paciencia, tendrá la oportunidad de ver algunas aves y escuchar sus cantos.


Esta significativa presencia de estas ‘voladoras’, que por poco iguala a las registradas en el Parque Nacional Yasuní, se debe a la calidad de luz, temperatura templada, altura precisa y bosques andinos que enriquecen a Quito.


Por los ‘matorrales’


Hay maravillosos bosques llenos de vida que rodean el Distrito Metropolitano, y qué mejor que los fines de semana o días de descanso para conocerlos.


¿Por dónde comenzar? Por los bosques húmedos pluviales del noroccidente de Pichincha como Pachijal, Mashpi y Saguangal, localizados específicamente entre Pacto, Gualea y Nanegalito, que se caracterizan por ser lluviosos y premontanos, con una gran reserva hídrica y áreas arqueológicas que cuentan de los pueblos Yumbo y Cotocollao.


Estos son el hogar de guatusas, tortugas, tigrillos, pumas, cusillos y pericos ligeros, un surtido mundo de insectos, plantas y una que otra serpiente. ¡Ah!, pero los árboles de pambil, sande, caucho, moral, chípero, chanul, ceibo, motilón y otros enriquecen el bosque, mientras que en sus ríos hay peces migratorios (sábalo y lisa), nutrias y ranas de cristal.


Pero Quito tiene más por enseñar. (CM)


Visita a los osos


Si deseas conocer al oso de anteojos (Tremarctos ornatus), programa un recorrido por el corredor ecológico existente en el bosque nublado entre las parroquias Nono, Nanegalito, Nanegal, Calacalí y San José de Minas. O por Papallacta (al este de la capital).


Claro que la visita no la debes hacer solo, puesto que es necesario adentrarse en el bosque y saber dónde encontrar a este grandioso animal, por lo que es mejor buscar guías profesionales.


Las flores más hermosas


Con diferentes formas, colores y tamaños, las orquídeas son el mejor referente que habla de la ‘Carita de Dios’.


Los recorridos planificados para visitar los bosques húmedos del Distrito Metropolitano también sirven para disfrutar de algunas de las 600 especies registradas en la zona y que crecen bajo la sombra de los majestuosos árboles.


Verónica Arias, secretaria de Ambiente del Municipio de Quito, indica que Ecuador tiene 4.000 especies de las 35.000 registradas en el mundo y de estas las 600 están en esta ciudad.

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