La estación que te lleva a la ciudad culinaria

SABOR. La comida que ofrece la capital es variada y para todos los gustos.

Quito se caracteriza por complacer a los paladares de los comensales con comida tradicional muy rica.


Es el momento para realizar un recorrido en nuestro Metro, de ida y vuelta, para ir a cada una de las estaciones, pero en aquellas que paren en destinos donde encuentre esos platillos tradicionales de la urbe.

De todo y para todos


Tienes alternativas para degustar del ‘condimento’ que hay en este patrimonio de la humanidad. Edgar León, famoso chef ecuatoriano, cuenta que en esta época, Quito se complace en presentar lo más variado de sus platillos. Entonces, cómo no saborear un sabroso cuy asado, un suculento hornado, un aguadito de gallina, papas con cuero, yaguarlocro, fritada, choclo con queso, distintos tipos de ajíes, los ahora afamados churos y más.


¿ Y que hay de las bebidas y los postres? En estas conmemoraciones puede zacear tus gustos con empanadas de morocho o de viento, prístinos, higos con queso.


Y si de farrear con bebidas se trata, con moderación, claro, nada mejor que ir por unos canelazosa.


Si después de un gran festejo, al siguiente día, quieres seguir viviendo a lo grande las festividades, entonces recupérate ‘pegándote’ un cevichito o un encebollado, acompañado de una ‘rubia’ cerveza.


Opta también por comida extranjera echa en Quito, como la peruana, colombiana, mexicana, entre otras. Y es que como dice el experto, no es que lo uno es mejor que lo otro, sino que esta urbe tiene recetas variadas, incluso que se las ha adaptado y adoptado, que hay que aprovechar todo lo que brinda.

«Disfruten de un plato de comida alrededor de una tertulia, en una mesa, compartiendo los sabores que hay en Quito”.


Edgar León
Chef ecuatoriano

Paradas gastronómicas


Ahora conoces acerca de las tradiciones culinarias, pero, quizás, no sabes a dónde ir. León manifiesta que la primera parada obligatoria debe ser el Centro, pues allí están restaurantes donde se ofertan menús verdaderamente deliciosos.


Asimismo, está La Ronda, un ‘epicentro’ de la farra y de la comida. Si buscas con detenimiento, entre tantos sitios, encontrarás un rincón donde venden helados de todo sabor, hasta del que menos te imaginas, por ejemplo de colada morada, de queso, remolacha…


En el valle de Cumbayá te espera un rico yaguarlocro, fritadas… En Sangolquí están los hornados.


Las huecas ‘de adeveras’ también están en el sur de la ‘Carita de Dios’, donde es posible probar llapingachos, papas con cuero, librillo, caldo de 31, tripas y una lista larga.


Y qué decir de los mercados, sitios exclusivos en los cuales hay innumerables menús para zacear los paladares más exigentes. Está el Central (allí las caseritas ofrecen la sabrosa corvina, con ‘la probadita de entrada’), el de Santa Clara, de Iñaquito, de San Francisco, en el norte el de la Ofelia.


Además, puedes dirigirte a la ciudad Mitad del Mundo. Allí se ofrece comida costeña, parrilladas, gastronomía serrana, de todo.


Edgar comenta que la cocina ecuatoriana es un sincretismo, una combinación, de los alimentos que ya tenían los ancestros antes de la Colonia, luego añadiendo las técnicas que trajeron los españoles, los franceses, entre otros, para globalizar y potenciar la culinaria en este territorio. (PT)