Dos expertos en seguridad analizan la situación de la fiscal general del Estado, Diana Salazar, considerada actualmente como la figura política con mayor riesgo de ser asesinada. Conozca cómo se blinda a quien develó el mayor caso de narco-corrupción de Ecuador.
A sus 42 años, Diana Salazar, fiscal general del Estado, se ha convertido en la figura con mayor riesgo de ser asesinada en Ecuador. “Cuando estás en un cargo de poder las amenazas son recurrentes, pero el nivel de riesgo varía”, dice Daniel Pontón, sociólogo, máster en política pública y experto en seguridad.
Salazar, quien ejerce su actual cargo desde 2019, utiliza un chaleco antibalas y no se mueve sin que al menos cuatro efectivos policiales, con armas largas, la rodeen. Una policía nunca se despega de la fiscal, camina frente a ella o se coloca a su retaguardia durante las comparecencias. La acompaña “incluso al baño”, señalan fuentes cercanas.
La mujer oriunda de Ibarra está a un año de culminar su periodo, en un cargo con el que ha conseguido sentenciar a políticos como el expresidente de la República, Rafael Correa, prófugo en Bélgica; el exvicepresidente, Jorge Glas, refugiado en la Embajada de México, y una decena de funcionarios del régimen de Correa.
Y aunque el caso Sobornos (que involucra al correísmo) tuvo sentencia en 2019, el aumento de amenazas de muerte se dio en 2023 y se cristalizó antes de iniciar 2024, cuando se supo de una operación para asesinarla, gestada por la banda delictiva los Lobos.
Desde entonces, las rutinas de la fiscal – según indican fuentes cercanas– han cambiado drásticamente. “Es una mujer blindada, su nivel de protección está a la par que la del presidente (Daniel Noboa)”, señalan.
Esto lo confirma Alexandra Zumárraga, exdirectora nacional de Rehabilitación Social, quien observa que “la fiscal está muy bien resguardada”, pero advierte que “los criminales no solo buscan atacar al blanco, sino a su familia para hacerla desistir”.
Un ejemplo de esto es la amenaza –mediante video– del 1 de junio de 2023, cuando hombres con armas largas y con el rostro cubierto le dijeron que atentarían contra su vida y la de su hija. Salazar respondió diciendo que no tiene miedo.
Además de la familia, el círculo de trabajo también es resguardado. Alrededor de la Fiscalía (Quito) hay cerca de 200 vallas, una Unidad Móvil de Policía y una tanqueta antimotines. Inclusive, el presidente de la República, Daniel Noboa, pidió que las Fuerzas Armadas se sumen a proteger a la funcionaria y dispuso el traslado de tres cabecillas de los Lobos a la cárcel de máxima seguridad ‘La Roca’.
Desde que Salazar reveló los nexos de narcotráfico con jueces, fiscales, policías y políticos, su nivel de riesgo personal subió al 100% y se han registrado cerca de 15 amenazas de muerte, además de advertencias de coches bomba en su trabajo y su hogar.
Para determinar el riesgo que corre su vida, elementos de Inteligencia realizan un análisis del nivel de amenazas y la vulnerabilidad de la persona, así se implementa infraestructura física, tecnológica y contingente humano. Zumárraga señala que en lo que resta del periodo de Salazar este tipo de seguridad no debe disminuir pues “solo cuando dejas un puesto de poder las amenazas disminuyen”. (AVV)
El círculo de confianza es la clave
Fabricio Colón Pico Sánchez, miembro de los Lobos en Quito, fue denunciado por la fiscal como el encargado de asesinarla. Zumárraga agrega que ‘Colón Pico’ “tiene una mente macabra”, pero que no actúa si no es por un pago. “Hay autores intelectuales y hay que llegar a ellos”.
Salazar también reveló cómo sujetos vinculados a estructuras criminales siguen sus pasos. En la audiencia de formulación de cargos del caso ‘Metástasis’, los chats entre Xavier Jordán y Leandro Norero revelan que ellos conocían el lugar en el que duerme e incluso se preguntan si recibe comida a domicilio.
Tanto Zumárraga como Pontón hacen énfasis en que para llegar a Salazar se debería corromper a su círculo de confianza. “Los servicios de Inteligencia deben estar atentos a que los trabajadores cercanos no se contaminen o se dejen extorsionar”.
Con esto concuerda Zumárraga, quien agrega que ese fue uno de los factores que hizo que el sicariato de Fernando Villavicencio se concrete. “Colón Pico maneja una red de sicarios muy grande, pero no nos olvidemos que con Villavicencio trajeron sicarios de otros países”.
“La única forma de asesinar a la Fiscal sería comprando a su seguridad”, Alexandra Zumárraga, exdirectora nacional de Rehabilitación Social.
“Cuando se deja de ejercer un cargo político tu nivel de riesgo baja. El Gobierno de turno sabrá si una vez concluido el periodo de Diana Salazar le extiende el resguardo”, Alexandra Zumárraga, exdirectora nacional de Rehabilitación Social.