¿Cuál es el rol de la primera dama o el primer caballero?

Protocolo. La primera dama no está facultada para realizar cualquier tipo de contratación, supervisión o manejo de personal.
Gobierno reiteró que trabajan con la FGE para dar con los responsables del hecho. Foto: Referencial

De cara a un nuevo Gobierno, Ecuador podría tener una nueva primera dama, un primer caballero o no tenerlo, ya que este es un cargo protocolar no establecido en la ley.

Al darse una segunda vuelta electoral, en Ecuador, la mirada de la opinión pública también se posa sobre quién asumiría el rol de primera dama o primer caballero. Esto aunque esta es una figura que no está normada por la ley, es decir, que es opcional. Sin embargo, a nivel social y político las parejas de los mandatarios también son calificadas por la gente.

Sonia Altamirano, antropóloga, dice que la figura de la primera dama en los últimos años ha sido cuestionada porque “lamentablemente sigue reforzando estereotipos”.

“Te asignan un rol solo por ser la esposa de. Y las funciones las delega el esposo (Presidente), que casi siempre son trabajos en áreas sociales y de cuidados, porque claro, como mujer, lo que mejor sabes hacer son cosas ligadas a los cuidado”, ironiza Altamirano.

Candidatos solteros

En Ecuador, Daniel Noboa, uno de los candidatos a la Presidencia de la República, está casado con Lavinia Valbonesi, una joven de 25 años, conocida en redes sociales, donde da consejos sobre vida sana.

Por otro lado, Luisa González, candidata del correísmo, es soltera. En este caso, ella podría designar, si así lo quiere, a un familiar: primo, hermano, padre… a tener el rol de primer caballero.

Pero tanto Noboa, como González podrían prescindir de esa figura.

Funciones

Al no ser un cargo electo ni nombrado, la primera dama o el primer caballero no tienen funciones ni responsabilidades asignadas. Tampoco cuentan con una autoridad sobre otras personas, ni tienen sueldo o compensación.

Altamirano dice que es una figura más protocolar y acompaña al jefe de Estado a viajes o recepciones oficiales y participa activamente en instituciones de Gobierno.

“En Latinoamérica esta imagen está muy enquistada en el pensamiento social, porque representa la imagen de familia que aún suma votos”, dice Altamirano, quien resalta que pese a que la norma no determina qué debe hacer la primera dama, quien asuma ese rol tiene un gran poder mediático.

“Lamentablemente, la gente casi que exige que haya una primera dama, que se la vea presente, que trabaje en algún proyecto, también las convierten casi que en líderes de opinión, por lo que no es menor este cargo protocolar y quien lo asuma debe estar preparada o preparado”, agrega.

Cambios en la región

En Latinoamérica, en los últimos años, existe un debate sobre la primera dama, inclusive hay quienes han cambiado el término. Es el caso de Venezuela donde Nicolás Maduro, al ganar las elecciones presidenciales de 2013, denominó a su esposa con el término “primera combatiente”. Desde entonces, las instituciones y el partido de Gobierno la llaman así.

En 2018, en México, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de Andrés Manuel López Obrador, dijo en un mitin político que no usaría tal título. «Para la verdadera transformación de la vida pública de México, tenemos que comenzar a pensar y actuar diferente. Pongamos fin a la idea de la primera dama. En México no queremos que haya mujeres de primera ni de segunda», afirmó ante la multitud. «Con todo respeto a las mujeres que han estado antes en ese papel, decir primera dama es algo clasista», sostuvo. (AVV)

El término “primera dama” surge en Estados Unidos, cuando la periodista María Ames definió a Lucy Webb Hayes, esposa del presidente Rutherford B. Hayes, como “la primera dama de la Tierra”.