Hay expectativa porque será el primer debate presidencial post-muerte cruzada. Todavía no se conoce si los debates se realizarán en Quito o en Guayaquil.
El pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó una reforma al reglamento de debates electorales obligatorios para las elecciones presidenciales y legislativas anticipadas 2023.
Se incorpora un sorteo que se efectuará en vivo, durante la transmisión del debate, para definir al candidato que realizará la interpelación, réplica o pregunta complementaria a sus contendores, en cada eje temático.
El moderador, como parte de sus funciones, podrá interrumpir las respuestas de los candidatos, en caso de que se alejen de los temas planteados, por un lapso de 5 a 10 segundos, que no se descontarán del tiempo de intervención de los participantes.
La propuesta se aprobó con los votos de Diana Atamaint, presidenta del CNE; Enrique Pita, vicepresidente; y los consejeros José Cabrera y Esthela Acero.
La vocal Elena Nájera se abstuvo de votar por la propuesta. En su argumentación pidió que se incluya una disposición transitoria que establezca que los debates para los comicios de agosto se realicen en un canal de televisión de la ciudad de Quito.
Esto permitirá, dijo, abaratar costos y garantizar la infraestructura tecnológica necesaria para la transmisión ininterrumpida de los mismos. A la par, permitirá ahorrar gastos en viáticos del personal electoral que usualmente acompaña a los consejeros. Todavía no se conoce si los debates se realizarán en Quito o en Guayaquil
La actual administración del CNE destinó $420.000 a la provincia de Guayas para los debates de los comicios locales del 5 de febrero que se realizaron en el Centro de Arte Contemporáneo de Guayaquil donde se instaló un set de televisión, recordó Nájera.
Los debates de alcaldes y prefectos en la provincia de Pichincha se realizaron en TC Televisión a un costo de USD 42.475,28 equivalentes al 10% del contrato para los debates de Guayas. ¿Por qué los debates electorales que se realizaron en el canal de televisión costaron una cifra escandalosamente menor, que los que se llevaron a cabo en un centro cultural? cuestionó Elena Nájera.
En Guayas se hicieron 5 debates a un costo de $ 420.000, mientras que, en Manabí se destinó $ 25.000 por cuatro debates.
Nájera pide transparentar el uso de estos recursos, los procesos de contratación en cada una de sus etapas, que se publique en un espacio visible de la página web de la institución y sus canales oficiales para que se garantice el derecho al libre acceso a la información que tienen los ciudadanos.
Consideró que la reforma al reglamento de debates no soluciona el problema de fondo: no plantea una fórmula viable y novedosa para garantizar que efectivamente, estos eventos sean verdaderos debates; y no simples interrogatorios cronometrados, como se plantea actualmente. Esto ya se vivió en los debates de 2021 como en 2023.
En la sesión del pleno, la consejera dejó abierta la interrogante de si el CNE ¿está preparado para organizar debates electorales de calidad? (SC)
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