Operativos en el transporte público buscan dar una mejor percepción de seguridad. ¿Cuáles han sido los resultados de estas acciones?
Carlos González tiene 24 años. Él es una de las víctimas que ha sufrido hurtos en el sistema de transporte público. Hace dos días le robaron su teléfono en la Ecovía.
«Estaba con el teléfono en el bolsillo y el bus estaba lleno. En una de las paradas sentí que mi bolsillo estaba vacío y cuando me di cuenta que me habían robado ya era muy tarde», explica.
Así como él, varias personas son víctimas de este tipo de delincuencia en Quito. Hay quienes, ante la cotidianidad de estos hechos, han optado por tomar acciones preventivas. Este es el caso de Alejandra Guerra, de 28 años.
Ella debe tomar el sistema municipal de transporte todos los días para llegar a su trabajo. Explica que ha optado por no usar su teléfono en el bus y, cuando usa el transporte público, colocarlo, junto conobjetos de valor, en un espacio específico de su mochila del qué siempre está pendiente.
«Una vez ya me robaron, hace algunos meses. Es mejor evitar», dice.
Acciones
Para evitar estas situaciones, en lo que va del año 2023 se han realizado más de 1.600 operativos de control de armas blancas y delincuencia en el transporte público de Quito. Esto, en conjunto con Policía Nacional, unidades de Fuerzas Armadas y funcionarios municipales.
En estas acciones se han decomisado más de 300 armas blancas. Quienes portan estos objetos pueden ser sancionados hasta con un salario básico unificado, según lo establece una Ordenanza Municipal.
En estos operativos, además, se decomisan sustancias sujetas a fiscalización y otros elementos de presunta proveniencia ilegal.
Mauricio Cerón, coordinador de seguridad de la Empresa de Pasajeros, agrega que los operativos interinstitucionales han logrado decomisar incluso «pasta base y otras drogas».
«Ayer se encontró a un usuario del transporte público al que se le encontró con $14 mil en efectivo. Actuó de forma violenta y se lo puso en manos de las autoridades correspondientes para que un juez sea el encargado de hacer justificar el origen de ese dinero», dice.
Bandas desarticuladas
Estas acciones coordinadas entre el Municipio y el Gobierno Nacional han logrado desarticular 11 bandas delincuenciales que operaban en el transporte público. Esto, en lo que va de 2023.
Según Cerón, esta cifra asciende a 50 bandas desarticuladas si se toma en cuenta lo logrado desde octubre de 2021, «cuando iniciaron los operativos».
Para lograr esto, el Municipio trabaja directamente con la Policía Nacional a través de la Unidad Nacional de Investigación de Delitos Contra la Propiedad.
Es este unidad de investigación policial la encargada de identificar a las bandas organizadas con «trabajos de incógnito».
Las bandas desarticuladas se dedicaban al hurto o asalto en el transporte público.
Como parte de su modus operandi, «se subían varias personas al transporte en horas pico. Estas bandas operan entre tres, cuatro y hasta once personas que se acumulan en el transporte público. La delincuencia se dizfraza de usuarios«.
La identificación de estas bandas ha tomado hasta más de cuatro meses con labores de inteligencia. Según Cerón, la importancia de estas acciones radica en la capacidad de judicializar a los delincuentes.
«Nosotros atrapamos delincuentes todos los días, pero salen el mismo día porque no hay denuncia o pruebas de hurto. Estas investigaciones permiten que los implicados puedan sufrir penas de 6 meses a 3 años por asociación ilícita», explica. «Este es el éxito de los organismos de control».
En relación con 2022, el porcentaje de acciones delincuenciales se ha reducido un 37% en el transporte público.
Zonas con mayor índice delincuencial
Según datos de la Empresa de Pasajeros, el Distrito Iñaquito es uno de los más conflictivos en torno a los delitos en paradas o unidades de transporte público.
Paradas como El Florón, Benalcazar, Naciones Unidas, Bellavista, Manuela Cañizares, Quitumbe, Guajaló, Guamaní y Chiriyacu han sido de las más conflictivas.
Cerón brinda recomendaciones para evitar ser víctimas de la delincuencia en el transporte, sobretodo en zonas conflictivas.
«Existe un triángulo de la delincuencia. Sus aristas son la víctima, el delincuente y la oportunidad. Es importante evitar dar oportunidad a los delincuentes cuidando bien y guardando en lugares seguros las pertenencias», explica.
Asegura que Quito continuará, hasta el fin de la administración, con estos operativos para garantizar la seguridad. (ECV)