El presidente Daniel Noboa construye un acuerdo para lograr gobernabilidad, adelantar las reformas económicas y su consulta popular, mientras las fuerzas parlamentarias se ponen de acuerdo en el gobierno del poder Legislativo.
Los acuerdos y negociaciones en un sistema democrático son parte de la cotidianidad de la política. En todos los acuerdos, las partes involucradas logran puntos que pueden ser considerados victorias y otros en los que la necesidad y la oportunidad de ceder permite un avance por el bien común.
El acuerdo confirmado el 13 de noviembre de 2023, entre la Revolución Ciudadana (RC), el Partido Social Cristiano (PSC), el oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) y otras fuerzas minoritarias, no solo debe leerse desde la perspectiva de victorias y derrotas. Ya que van más allá del ámbito de la Asamblea Nacional.
Los acuerdos en el Parlamento no se establecen en una hoja de ruta inamovible, por el contrario se van revisando en la medida que las agendas políticas van avanzando. El acuerdo parlamentario que toma fuerza en Ecuador, ciertamente da espacios a la Revolución Ciudadana en la Asamblea Nacional, pero también le da gobernabilidad y tranquilidad, al menos en los primeros momentos a un Gobierno que solo tendrá un año y medio para dar resultados.
Así lo ve el académico Édgar Isch. No obstante, la idea de una gestión corta es algo que rechaza el analista y académico. Sostiene que ese período es un tiempo suficiente para dar un giro al país.
“Al Bucaramato solo le bastaron seis meses para destruir el país. Acá van a tener el triple de tiempo. Un año y medio es tiempo suficiente para afirmar derechos y proteger la vida de la gente”, dijo a LA HORA el académico.
Por eso, la pregunta que deben contestar los actores políticos, dice Isch, es qué están ganando y en qué están cediendo los principales protagonistas de este momento.
Presidencia y agenda
Al revisar el balance de los acuerdos con el presidente del Partido Social Cristiano (PSC), Alfredo Serrano, deja claro que los ecuatorianos estamos ante un acuerdo de “carácter parlamentario” y nada más.
“Nuestro acuerdo es eminentemente parlamentario. Aquí no hay temas de impunidad. La Función Judicial no está metida en este acuerdo, respetamos la independencia de funciones. Tampoco es parte del acuerdo apoyar el juicio político a la señora fiscal general (Diana Salazar). La RC tiene derecho a plantear un juicio, nosotros como PSC no vamos a apoyar ese juicio”.
Serrano precisó que “en un acuerdo parlamentario se gana y se pierde, sino no es acuerdo. En este acuerdo, no solo estamos el PSC, la RC y ADN, también está Suma, Reto y otros diputados”.
Sobre los objetivos alcanzados por el PSC, Serrano indicó que desde el inicio plantearon la posibilidad de obtener la Presidencia. “El objetivo es sacar adelante una agenda que está represada en Asamblea. Algunos proyectos de ley que son fundamentales, como la Ley del IESS”.
También esperan desarrollar una ley de equidad salarial; una ley para impulsar la economía en los sectores productivos; y una ley “para poner sanciones a los funcionarios que no transfieran los recursos a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD)”.
Alfredo Serrano indicó que un punto de acuerdo fue el apoyo a las gestiones del presidente Noboa, para impulsar soluciones para la inseguridad, la generación de empleos y la consulta popular. Esta última promesa de Noboa no pasará por la Asamblea.
CAL y comisiones
El partido de la Revolución Ciudadana se ha mostrado complacido por la confirmación del acuerdo, pues le permitirá acceder a una vicepresidencia en la directiva del Parlamento, dos integrantes del Consejo de Administración Legislativa (CAL), además de la integración y presidencia de varias comisiones permanentes.
Tras lo sucedido en 2021, para la RC una de las primeras victorias es la propia consolidación del acuerdo que estuvo a punto de caerse cuando se hizo pública la disputa entre el expresidente y prófugo de la justicia, Rafael Correa, y el virtualmente presidente de la AN, el asambleísta Henry Kronfle.
La asambleísta Marcela Holguín destacó durante el acto de entrega de credenciales que este acuerdo “nos va a permitir pensar en la posibilidad de trabajar en beneficio de las necesidades de la gente”. Añadió que dentro del trato no se contempló el juicio a la fiscal general. “No es parte del acuerdo, pero eso eventualmente se discutirá una vez que ya estemos en la Asamblea”.
Sobre este aspecto, el académico Édgar Isch alertó que los acuerdos deben ser transparentes para los ciudadanos e hizo un llamado a estar alertas para “rechazar cualquier intento de que un acuerdo vaya dirigido a la impunidad de quien sea».
La asambleísta más votada de la RC, Pierina Correa, también adelantó que buscarían la primera vicepresidencia y la primera vocalía del CAL. En cuanto a las comisiones esperan presidir: Justicia, Régimen Económico, Desarrollo Económico, GAD y Niñez.
Gobernabilidad y consulta popular
El silencio del oficialista ADN mantuvo en ascuas a los partidos políticos que integrarán el poder Legislativo. Con el resultado del acuerdo podría calificarse este silencio como “estratégico”, pues hasta el momento la alianza de Daniel Noboa estaría logrando dos victorias fundamentales para su reelección.
Para Isch el silencio por parte de Noboa “es una táctica comunicacional para evitar errores y dejar abiertas las puertas a toda negociación dentro o más allá del acuerdo”.
Advirtió que esta táctica también encarna un riesgo “y es dejar que otros interpreten lo que el Gobierno realmente piensa hacer y cómo piensa actuar”.
Acotó que ADN con el acuerdo está alcanzando la estabilidad necesaria para “entrar al mismo tiempo en un ejercicio de poder y en una acción electoral previa a la reelección”.
Agregó que Noboa de cara a la reelección “tiene que dar una imagen positiva de su accionar ante el pueblo ecuatoriano”.
La jefa de bancada de ADN dijo a LA HORA que el objetivo del acuerdo es “lograr la unidad de la Asamblea y no la polarización”, por lo que se han reunido con todos los partidos, “buscamos un CAL multipartidista, presencia importante en las comisiones económicas”.
Los puntos centrales de la agenda legislativa de la bancada de Noboa además de la consulta popular, será la presentación de dos leyes urgentes, “una ley en materia tributaria y una en materia energética”.
Al cerrar la noche, el Movimiento Suma, a través de un comunicado señaló que formará parte de la alianza con el Gobierno de Noboa, “para construir un acuerdo de gobernabilidad que permita al nuevo Gobierno rescatar al país”.
A través de la plataforma esperan “rescatar la cultura de diálogos y consensos constructivos” por el bien de los ecuatorianos. (ILS)