Se viene un año difícil

Remo Cornejo Luque

Si el 2015 fue un año duro para el gobierno, tanto en economía así como en política, con seguridad el 2016 será más difícil pues el discurso de que “el Ecuador ya cambió” contrasta con la realidad popular.

Aunque digan lo contrario, la crisis económica se acentúa por la pésima administración, la baja del precio del petróleo y por el subsidio que se les paga a las transnacionales por los contratos de prestación de servicios petroleros.

La balanza comercial es deficitaria; hay cierre de empresas, despidos de trabajadores; el costo de la vida se dispara por las nubes; crece el subempleo.

La caja fiscal mantiene problemas, por ello hay más endeudamiento externo y los beneficiarios son los chulqueros. Se afirma que el nuevo empréstito al gobierno chino por USD 2.800 millones, sirvió para pagar USD 650 millones de los Bonos Global 15, sueldos y la décimo tercera remuneración de los empleados públicos.

En un proceso reñido con la ética, la moral y el derecho aprobaron las “enmiendas constitucionales” que restringen derechos y alteran la estructura y el carácter del Estado. La Constitución de Montecristi ha sido mancillada por un centenar de alzamanos legislativos al servicio del oficialismo.

Mas, el correísmo anuncia un segundo paquete de enmiendas, cuyos temas no están claros todavía, pero que de seguro seguirán restringiendo derechos y serán, además, una cortina de humo frente a la grave crisis económica por la que atraviesa el país.

La resistencia popular ha estado a la orden del día. El descontento crece y se irradia por todos los rincones de la Patria, reclamando cambios verdaderos. Los pueblos se organizan y preparan para nuevas luchas políticas, sociales y electorales. El nuevo año se pone cuesta arriba para el correísmo y será de definiciones para los pueblos. (O)

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