Se escribe empatía y se pronuncia humanidad

Usted tiene miles, millones de dólares, goza de comodidades, una despensa surtida y light, uno de sus autos cuesta lo que alguien está necesitando para salvar su vida de las garras del cáncer o de la depresión por las deudas… su ropa fina está prolijamente clasificada en su walking closet… lugar que es el doble del tamaño de la habitación que ocupa una familia en extrema pobreza, su cuenta bancaria tiene cantidades que no podemos ni imaginar, sus zapatos cuestan lo mismo con lo que se podría alimentar a un orfelinato durante un mes ¿y qué tal están sus valores como ser humano?… no, no se trata de dar caridad, de tomarse fotos y alardear o vanagloriarse por ayudar… no todos nacimos con la estrella que brilla y te hace triunfar, algunos libramos batallas en medio de la tempestad, solos, sin contar con medios, sosteniéndonos de la fe para sobrevivir… si, seguro que ustedes también tienen problemas, se enferman, lloran y les duele igual, pero la diferencia esta que al menos tienen los medios para intentar vencer y ganar… otros tienen prohibido hasta soñar, si usted tiene la bendición, la suerte, la dicha, de poseer holgura económica; agradezca siendo humilde, sensato y correcto al actuar, todo lo material se puede comprar pero amor, salud, respeto y admiración jamás, si puede ayudar… ¡hágalo! que ella misma lo recompensará.
En la última morada nos veremos igual… sus millones, las casas, carros, y joyas no van con usted en el ataúd, así que deje de atesorar riqueza material y mejor atesore justicia, verdad, humanidad, lealtad, empatía y amor, son los únicos valores que perduran a través de la eternidad.

Aissa Pazmiño Real