Revocatoria del mandato

Daniel Ortega en Nicaragua luchó en contra del dictador Somoza y después de gozar de gran aceptación popular llegó al poder con ideas revolucionarias, para luego convertirse en dictador y ladrón, por lo que se ganó el rechazo de su pueblo. Antes y durante la república, las naciones fueron dominadas por los reyes y presidentes que siempre tienen la ambición de perpetuarse en el poder.

El pueblo por siempre confronta a los gobernantes en busca de conquistar mejoras para vivir dignamente, surge así la lucha de sectores de derecha e izquierda, por encontrar el gobierno ideal por lograr un mejor reparto de la riqueza; esta lucha de contrarios está vigente, los descamisados del mundo con frecuencia derraman sangre luchando por el mismo objetivo, así ocurrió con la Revolución Francesa, así con la revuelta de los trabajadores de Chicago por disminuir horas laborables, así con la lucha de eliminar la esclavitud que tantas vidas cobró.

Ahora, Ortega convertido en un dictador, ladrón y criminal en contra de Nicaragüenses, en la desesperación y demostrando ser incompetente, traidor de los principios socialistas, acude a la violación del derecho progresivo, que riendo con leyes absurdas robar parte de la pensión jubilar y otros derechos de los trabajadores, por suerte, éstos se alzaron en protesta masiva y el verdugo con vergüenza dio marcha atrás poniendo en serio riesgo su gobierno al punto que piden la terminación anticipada de su mandato y al momento se vive gran desequilibrio democrático y social, con más de 43 ciudadanos muertos en las revueltas callejeras.

Estas resoluciones ciegas del gobernante traidor no le permitieron reflexionar para entender que ningún derecho ganado puede retroceder sino por el contrario, avanzar o progresar. Rabindranath Tagore en sus pensamientos manifestó: “El hombre es peor que una bestia, cuando la bestia lo domina”. Y Gimaray Dextre: “¡Cuidado con la inexperiencia! puede conducirnos a los más grandes fracasos”.

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