¿Retroceder ante el peligro?

La viabilidad no es solo un problema en las ciudades y en las áreas rurales, también lo es en la política local. Las especulaciones sobre qué hará el Presidente con el espaldarazo recibido el domingo es un asunto sobre el cual se formulan infinitas especulaciones. ¿Irá hacia la derecha, se quedará en el centro o tomará el camino de la izquierda? ¿Se quedará donde mismo, pese a la herencia correísta?

Se trata, en suma, de un capital político que tiene vida limitada. No por la eficacia de la oposición en conducirlo por su propio camino, sino por insistir en el diálogo demasiado prolongado y multisectorial y demorarse en exceso en emprender de inmediato transformaciones que llenen las expectativas de quienes le dieron su respaldo, pero no un cheque en blanco en el bolsillo y con fondos inagotables.

Los porcentajes tan disímiles registrados en la votación de algunas provincias dejan un mal sabor de boca. Indican, por el momento, que las promesas de empleo, vivienda y seguridad deben traducirse en hechos concretos, visibles y abundantes. Hay necesidades acumuladas que se reflejan en esas votaciones y que esperan con impaciencia ser resueltas.

A principios del siglo pasado el sicólogo francés Gustave Le Bon escribió que “retroceder ante el peligro da por resultado cierto aumentarlo”. El peligro para el régimen morenista está a su alrededor a pesar de la imagen no muy nítida que nos deja su éxito en la consulta popular y referéndum. No todas las cartas están sobre la mesa y, entre las que se ven, hay algunas marcadas. Y las que están debajo son letales.


Hay que forjar el hierro cuando está candente”. Andreu Nin Político español (1892-1937)

Los recuerdos de nuestras vidas, de nuestras obras y nuestros actos continuarán en otros”. Rosa Parks Maestra estadounidense (1913-2005)