Miles de migrantes de Centroamérica van en una caravana rumbo a Estados Unidos. En respuesta, Donald Trump quiere recortar los fondos a sus países de origen y sigue tuiteando, cada vez más furioso. Pero, los marchantes continúan indiferentes.
“Guatemala, Honduras y El Salvador no pudieron impedir que su gente emprenda rumbo a lograr su cometido de cruzar ilegalmente la frontera. Ahora, reduciremos radicalmente o cancelaremos la ayuda para estos países”.
Con su amenaza, Trump lo que realmente hace es poner a América Central como el patio trasero de la casa, al estilo de la época de la Guerra Fría. A corto plazo, la advertencia puede tener un efecto positivo en la base de votantes de Trump, de cara a las elecciones de medio término, la próxima semana.
Usando una jerga militarista para describir a las millares de personas que avanzan –y alegando sin evidencia que criminales y “desconocidos del Medio Oriente” viajan en medio de la multitud–, el mandatario culpa a los demócratas y a las cortes de haber impedido establecer leyes migratorias más severas.
El hecho de que esto ocurra ahora no podría ser mejor para Trump; la caravana es un regalo para él y para el Partido Republicano de cara a los comicios.
Al asociar a los migrantes con el crimen organizado, el Presidente recurre a la táctica que lo ayudó en las urnas en 2016. Por supuesto, la política de “mano dura” anunciada no evitará que Estados Unidos siga siendo un imán para las decenas de miles de latinoamericanos decepcionados de sus gobiernos.
Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad”. Confucio Filósofo chino (551 AC-478 AC)
No hay cosa por fácil que sea, que no la haga difícil la mala gana”. Juan Luis Vives Humanista y filósofo español (1492-1540)