Recupere sus sustantivos

Pablo Ruiz Aguirre

Nos hablan de democracia social, liberal, participativa, directa o indirecta. Nos hablan de política partidista, política electoral, política del conflicto. Pero no nos hablan de por sí de democracia y su esencia misma o de política per se. Nos venden adjetivos día a día, como cuando uno asiste al supermercado y ve un producto matizado en miles de marcas y colores, y compramos por los distintivos y no por el producto en sí mismo. ¿Estamos comprando verdaderamente democracia o política? ¿O estamos consumiendo un producto del marketing coyuntural? Diría Boaventura Santos que es hora de recuperar verdaderamente los substantivos, porque de adjetivos ya estamos llenos ¿Será que podemos desarropar las frases construidas y dejar verdaderamente a las palabras que nos importan desnudas, naturales? ¿Será que podemos recuperar la política, la democracia?

Claro que sí, es un deber, puesto que si no lo hacemos el debate muere en una pobre contienda de adjetivos sin la esencia misma de la palabra. Si usted quiere una verdadera transformación desnude el mensaje, no coma cuento, recupere su naturaleza inquisitiva, pregúntese ¿por qué me dicen esto? Piense por ejemplo en la última elección, es decir, en la última venta de garaje de adjetivos a la cual usted asistió. Todos hablaban de cambio -palabra que corresponde a la izquierda discursiva por su esencia transformativa- pero daba igual, derecha decía cambio, izquierda decía cambio, usted repetía cambio. Unos con un ademán, otros hablaban de cambio positivo y otros negando otras palabras como revolución, que de moda habían pasado, empezaban a hablar de cambio verdadero. Todos decían mucho, pero nadie decía nada. Adjetivos, adjetivos, adjetivos. ¿Dónde estaban los sustantivos?

Así de importante son las palabras. Las palabras construyen realidades diría Sachs, y la realidad que se está construyendo aquí es una realidad adjetivada, una realidad con falta de esencia. Una realidad vestida del color que vende, pero no de todos los colores que la componen. Una realidad del adjetivo que triunfa electoralmente o que se posiciona tendencialmente. Una realidad vacía.

Así que, es momento de descolonizar el pensamiento, de dejar atrás viejos ropajes, de no digerir el discurso armado para ganar, de dejar los adjetivos de uno y otro lado, y empezar a ver qué sustantivos realmente importan actualmente, democracia, política, libertad, patria, patria y patria. Pero sumando a nuestra realidad un pronombre que hace realmente falta para la paz: “nosotros”. (O)

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