No habrá pedido cuarto y quedado por las santas albóndigas; fijo que está insultando a alguien que ojalá no sea el sucesor. Pero esos autoritarismos se pueden obviar; lo que no se puede truncar es el sistema instalado, porque emana de organismos superiores como el Foro de Sao Paulo que está siendo aplicado al pie de la letra por Maduro contra los pobres venezolanos. Los síntomas del fascismo son claros: 1.- Apercollar a la prensa e imponer silencio: para eso está la Supercom y la Ley que regula los actos de odio y discriminación en redes sociales e internet. 2.- Imponer autoridad: para eso está el SPP, ejército privado émulo de la Gestapo que espía y ‘protege’ en vez de la Policía y el Ejército. 3.- Minimizar los delitos propios y achacárselos a otros: para eso están los ‘negocios entre Privados’, las coimas llamadas ‘asesoramientos’ y los chantajes que ya no lo son cuando el ministro ha dejado el cargo pero no la plata. 4.- El dinero ‘chimbo’: para eso está el Electrónico gobernado por el Banco Central. 5.- El encubrimiento de los ilícitos: para eso está la nueva Comisión Anticorrupción con mayoría revolucionaria y algún comodín, los chivos expiatorios como Pedro Delgado y los Pareja, los mismos altos cargos de correístas en los ministerios y el secreto de la Lista de Odebrecht que todos saben menos nosotros. Yo no creo en el sistema diferente del Licenciado con acercamiento a los industriales, periodistas y economistas al mando del señor Rivera o secretarios extranjeros como el señor Manga. Todo esto a lo mejor sería lindo si el Presidente pudiera decidir con otros colaboradores y el furtivo bien lejos. Seguimos fritos, incrédulos.
Dr. Carlos Mosquera Benalcázar
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