Rodrigo Contero Peñafiel
Escuchamos con frecuencia al anterior mandatario burlarse del actual Presidente, autoridades y a quienes considera sus enemigos políticos; da mucha tristeza ver y oír a un hombre descompuesto y sarcástico eludiendo a la justicia porque dice que es perseguido político.
¿Está en sus cabales el exmandatario?, ¿es posible que alguien que ocupó la primera Magistratura del país se burle de su primer binomio presidencial, hoy con su apoyo Presidente de la República?, ¿se puede hacer bullying a una persona por un problema físico y por comenzar a pensar diferente?, ¿fue tan sustancial para esa persona la Presidencia del país del que hoy es prófugo?, ¿puede decir que fue el mejor presidente y negarse a rendir cuentas de sus actos?
Entristece saber que existan seres humanos llenos de odio y venganza que no se atreven a rendir cuentas de sus aciertos y errores en el campo del honor y las leyes; donde hubo persecución, venganza y corrupción, es mejor confundir, mentir y refugiarse lo más lejos posible.
La burla es una manera grotesca que busca poner en ridículo a otras personas sin advertir ni disimular nada; reírse de alguien cuando se tiene el poder o hacerlo a la distancia es de seres incapaces de enfrentar con valor, hechos o acciones pasadas que pueden estar cuestionadas por ser inútiles, obscuras o manejadas por grupos clientelares que hicieron de la corrupción su modo de vida.
Todos los seres humanos somos iguales ante la Ley, el sentirse “perseguidos” al ser descubiertos en sus picardías les crea desconcierto, por eso responden con ataques y burlas ante su propio fracaso. El mundo paranoide está centrado en el pensamiento proyectivo, hostil, suspicaz, autorreferencial, de ideas delirantes, grandiosidad y miedo a la pérdida de autonomía que obliga a utilizar agresiones, para agradar a grupos de incondicionales y fanáticos que persisten todavía.
Burlarse de la legislación y la justicia para “recuperar prestigio” es consecuencia de un severo daño psicológico que amerita tratamiento, pero que no representa impedimento alguno para acudir a los tribunales de justicia a rendir cuentas de sus actos.